martes, 5 de junio de 2012

Federico Tessore ¿Gurú o chanta?

Qué hay detrás del economista que predice el fin de la Argentina, y su relación con los medios de comunicación.




Hoy quiero presentarles a un señor a quien todavía no se ha nombrado mucho en los medios masivos, pero que tiene bastante peso en el modo en que construyen la percepción social sobre la realidad económica: Federico Tessore.

¿Quién es este señor? Actualmente se presenta a sí mismo como fundador y CEO de Inversor Global, donde se desempeña desde junio de 2002. Reconoce como actividades anteriores el haber sido asesor de inversiones en el Citibank y en Capital Markets Argentina. Y respecto de su recorrido educativo nombra a las siguientes instituciones:
·         New York Universit. Summer Course, Global Real Estate  2010 – 2010
·         Universidad Nacional de Quilmes Business Administration, Business Administration 2000 – 2003
·         Pontificia Universidad Católica Argentina 'Santa María de los Buenos Aires' Economics 1995 – 2000
·         St Brendan´s Bachiller biligue1980 – 1993

Sin embargo, hasta aquí, todavía no sabemos nada sobre Federico Tessore. Quizás sea más interesante contar quién es a partir de lo que hace.
Y resulta que de lo que hace me enteré por accidente. Buscando información para otro artículo, encontré al final del mismo un enlace hacia un spot  llamado “El fin de la Argentina




Como pensé que podia contener algo de la información que estaba buscando, lo escuché. A los pocos segundos ya me había dado cuenta de que información iba a haber poca, pero decidí escucharlo completo para ver hasta dónde podía llegar.

Una de las primeras cosas que me llamó la atención es que insistía en que las personas no podemos influir en lo que sucede en la economía del país. Y que el informe que iba a presentar no era político. Esta afirmación respecto de nuestra imposibilidad, puede leerse de dos formas: por un lado, no hay nada que podamos hacer más que defendernos de las crisis económicas; pero por otra parte, si alguien nos confronta con la idea de que las estrategias propuestas son ellas mismas generadoras de crisis, Tessore ya se adelantó a responder por nosotros. No es posible.

Su análisis sobre la realidad argentina está construido sobre falacias: enumera hechos históricos acontecidos en contextos diferentes sin hacer referencia a ellos, y esto sin decir que –además- se trata de hechos que refieren a situaciones que no son comparables unas con otras. Parecería ofrecer muchos datos, la mayoría de los cuales son falaces o incomprobables. Agrega cuadros, que son ilegibles. Y los pasa con la misma rapidez con que presenta algunas fotografías que apelan a la emocionalidad. Unos y otras no buscan ayudarnos a seguir un razonamiento, sino impactar contra nuestra afectividad.

En definitiva, juega con los mismos miedos que han sido abonados desde algunos medios masivos. O que él ha colaborado en inocular a esos medios, porque, como también veremos después, este señor desconocido para nosotros no lo es tanto en otros ámbitos.

Mientras nos hace un recorrido por su tiendita de horrores, nos promete una y otra vez que, por su inmensa y absoluta generosidad, va a compartir con nosotros sus estrategias de supervivencia. Y que, si tenemos suerte, hasta quizás ganemos algo de dinero. Quien sabe… hasta puede ser que nos hagamos ricos. Voy a resumir sus propuestas para proteger y ganar dinero:

1.      Hay que ocultar el dinero del gobierno, y así evitaremos pagar impuestos.

2.      Hay que comprar activos en el exterior, no invertir en el país. Y son buenas opciones el oro y la plata.

3.      Hay algo que afirma que es “100% retorno”, pero no termina de aclarar de qué se trata. La explicación, que exuda hermetismo, no me hace pensar en otra cosa que inversiones en armamentos, drogas o comercio de influencias. Aunque también podría ser esto que él hace, algo así como ser un Claudio María Domínguez, sólo que en lugar de espiritualidad express ofrece dinero express.

4.      Y por último, insiste con la compra de activos de alta rentabilidad, que por supuesto no nombra, y vuelvo a oler ese tufillo a ilegalidad o simple trampa. Y me hace pensar en fondos buitres.

En definitiva, ¿qué es lo que nos dice Tessore? Que nada tiene que ver nuestra conducta individual con lo que nos pasa colectivamente como país. Por lo tanto, no podemos influir sobre él, ni bien ni mal. Pero el país sí puede arruinarnos la vida, y va a hacerlo. También nos dice que hay formas de evitar la desgracia económica personal cuando, definitiva y prontamente, les llegue a los demás: evadamos impuestos, saquemos nuestro dinero del país, especulemos con divisas y activos financieros. Y si alguien piensa que esto sólo puede colaborar, a modo de profecía autocumplida, con la generación de una crisis, él ya lo dijo primero: nada podemos hacer para influir sobre la economía. No hay responsabilidades individuales sobre consecuencias sociales.



¿Es peligroso Tessore? Por supuesto. Así como yo escuché su spot, pueden haberlo escuchado miles de personas. Pero no es eso lo que me preocupa, ya que creo que la mayoría es perfectamente capaz de detectar la inconsistencia e inmoralidad de sus argumentos. Lo que sí me preocupa es que está influyendo sobre muchas personas que crean opinión pública, y lo está logrando gracias a alguna razón que quizás tenga que ver con un rasgo carismático que  desconozco porque jamás lo he visto personalmente, y en las filmaciones me ha provocado el mismo tipo de rechazo que me despierta Claudio María Domínguez (y vuelvo una y otra vez a la asociación, y por eso pienso que por ahí puede andar la cosa). Y lo que digan esas personas sí me preocupa, porque usan estos argumentos implícitamente y por ello favorecen la generación de una cierta percepción acerca de la realidad que termina colaborando en su creación. Pero todavía me preocupa más el que sus propuestas estén siendo difundidas por ciertos medios de comunicación.


Vamos a citar, entonces, algunos de los medios en se ha dado difusión directa a las ideas de Tessore.

Uno de ellos es el blog Vil Metal, en el que una de las periodistas que lo administra describe la experiencia de haber asistido a un seminario de dos semanas con Federico Tessore. El posteo corresponde al 10 de agosto de 2010.  Y le dedica dos posteos más: el 22 de septiembre de 2010 y 12 de septiembre de 2010. Este blog está administrado por dos periodistas. Cecilia Bouffet trabaja en la Revista Noticias desde 2005 y creó este blog en 2010, asociado a un programa de radio en FM Milenium. Y Virginia Porcella es periodista especializada en economía y profesora de la Universidad Abierta Interamericana. Tiene un programa en Radio UBA todas las mañana y un programa semanal dedicado a emprendedores en FM Palermo.


Otro blog en el que aparece la colaboración de Tessore es Punto de Vista Económico. Tampoco se trata de un blog de amateurs o principiantes, sino de profesionales y profesores universitarios que han escrito libros y colaboran en revistas de la especialidad.


También podemos citar a Business is fun. Detrás de este blog hay trabajando un grupo bastante nutrido de personas. Fernando Arocena es director de las revistas Punto a Punto y Ocio, accionista y socio fundador de Editorial CEO desde 1997, columnista televisivo en El Show de la Mañana (canal 12), asesor de marketing y comunicación para empresas. José Busaniche es periodista en Punto a Punto, donde también colabora Lucas Croce desde 2001. Mauro Duarte, por su parte, trabaja en una compañía multinacional a la que no nombra, y por supuesto, en la Revista Punto a Punto. Jimena Domínguez y Consuelo Cabral no dicen mucho sobre su currículum, aunque esta última termina su presentación en el blog con la frase “En fin, hay q meterle onda al tema de cambiar el mundo, es nesario.” (sic)



La pata en los medios más masivos, Federico Tessore parece haberla encontrado en La Nación, que le ha dedicado al menos tres notas, todas elogiosas.

La primera es del 24 de enero de 2010, y difundía sus cursos y estrategias de capacitación: “Educación en internet parael interior o de exportación”.

En la segunda, del 16 de abril del mismo año, se difundían sus acciones de capacitación para inversores individuales: “¿Cómoaprender a invertir en la Argentina?”

Y la que más llamó mi atención fue la correspondiente al 18 de abril, dos días después, en la que se promueve una estrategia de inversión que me hace acordar mucho a la de quienes se popularizaron como inversores buitres (esos mismos que asocié a una de sus recomendaciones). Claro que los llaman con un nombre mucho más encantador: Los ángeles que invierten en la web”. La elección de la fotografía que ilustra la nota no es en lo absoluto inocente... aunque la expresión sí lo parece.



Si consideramos el posicionamiento de la línea editorial de La Nación respecto de economía y finanzas, y tenemos en cuenta su grado de influencia sobre ciertos sectores de la población con incidencia sobre ellas, se va a comprender perfectamente por qué me preocupa el lugar que las ideas de Tessore ocupan en este medio.



Ahora bien, ¿a qué le apuesta Federico Tessore?

En primer lugar, no se trata de otra cosa que de un negocio. El señor ha fundado una compañía que se dedica  a dar cursos y vender consejos. Así de simple. Y si esos consejos son fácilmente comprensibles para la mayoría, mejor, porque entonces más vende (y se gana mucho vendiéndole unos panfletitos por $228 anuales a mucha gente). Por eso abona a argumentos simplistas y falaces: simplemente porque son vendibles. Pero además, esos mismos argumentos simplistas y falaces también son difundidos por los medios sobre los que influye, y a precio de tapa de diario, o gratis a través de internet, radio y televisión. Y así se produce una asociación en la que todos ganan: Tessore logra difusión de sus ideas, y los medios colaboran en crear las percepciones sobre las que él fundamenta sus pronósticos y propuestas. ¿Será este su “100% retorno?”



¿Por qué se dejan encandilar los especialistas?

Hay razones que la razón no entiende, y yo creo verlas en la forma de apelación a la afectividad que realizan ciertos líderes carismáticos negativos. Pero esto sólo justificaría a algunos periodistas, sobre cuya moralidad no tengo por qué sospechar. Pero el posicionamiento de los medios y ciertas instituciones ya hemos visto que es otra cosa. No es casualidad que Tessore haya aparecido de pronto en el 2010 y en todos lados a la vez.

La intención de crear falsas expectativas que perjudiquen a la economía es clara. Pese a lo que postulan las ideas que promueven, saben que la economía está condicionada por el comportamiento de las personas, y que hablar de economía sólo con números es tan pobre como hacerlo sin ellos. En economía también se verifica algo que los especialistas en Psicología han denominado Efecto Pigmalión, y está muy estudiado en otros ámbitos, pero es perfectamente transpolable: las expectativas que tienen las personas respecto de la realidad terminan conformándola. Vamos a un ejemplo claro y bien actual: si los medios divulgan todo el tiempo la cotización del dólar paralelo, se va  creando la percepción de que ese es su verdadero valor; si simultáneamente opinan que en un cierto tiempo va a aumentar notablemente porque el tipo de cambio está atrasado, muchos pequeños ahorradores van a salir a comprar dólares en negro convencidos de que protegen su dinero. Ergo: el dólar aumenta, creando la ilusión de que se previó lo que iba a suceder, cuando en realidad se lo provocó.

Otro ejemplo: supongamos que se publica en un diario que no hay suficiente dinero en los cajeros automáticos para abastecer la demanda de todo el fin de semana. O más, que está faltando liquidez. Si muchos de los que leen la noticia se asustan y deciden asegurarse dinero en efectivo –que quizás ni siquiera pensaban retirar- terminarán vaciando los cajeros antes de que el dinero sea repuesto el lunes. En donde vivo, San Miguel, esto pasa todos los fines de semana. Porque bastó con que sucediera una vez, para que la conducta quedara fijada. Esto también ha sido estudiado por la Psicología: se llama aprendizaje por refuerzo único, y está asociado a la alta emocionalidad que se sintió en el momento. En el momento de ir al cajero y encontrarlo vacío. Por supuesto que no es esa la mejor situación para reflexionar acerca de lo que pasó: simplemente le dedicamos unos pensamientos al Banco, a la Presidenta, al Gobernador, y a la madre que nos dio la vida.

Esta es la estrategia que tienen hoy ciertos medios para influir políticamente. Como no pueden determinar las líneas de la política económica, crean expectativas negativas sobre ella para influir sobre el comportamiento de la sociedad. Si les interesa ver algo más sobre esto, les recomiendo leer “Detrás de los cacerolazos” en este mismo blog.

La Nación develó, al publicarlo con nombre y apellido, que sigue los caminos sugeridos por Tessore. Otros medios fueron más astutos. Sin embargo hablan de ajuste, fuga de capitales, desplome del precio de la soja, devaluación del real, descontrol en los subsidios, ajuste de tarifas… y aunque la realidad muchas veces los desmienta.

La idea de generar expectativas negativas para condicionar la conducta de los actores de la economía está clara. Y a través del clima negativo que propician, buscan influir sobre la política. Si quieren más ejemplos, no tienen más que ir hacia el televisor y encenderlo. O mirar la pantalla del teléfono para ver que acaba de entrar un TW:






¿Una última perlita? Fernando Tessore es en sí mismo un fraude, en coherencia con la inmoralidad de sus propuestas. Ya lo cantó un catalán: “uno sólo es lo que es y anda siempre con lo puesto”. El spot que presenta como su análisis sobre la realidad económica argentina no es otra cosa que la afanosa adaptación de la carta que otras personas construyeron -con los mismos fines que él decidióadoptar- para asustar a los inversores norteamericanos. Pero esa es otra historia.