domingo, 18 de diciembre de 2016

La pesada herencia macrista en la CABA que contagia al país: Precarización Laboral


Viviana Taylor

Para muestra vale un botón, reza un viejo dicho popular, ya más viejo que popular.

Por eso esta vez, para abordar un tema que hace al núcleo de la inclusión, me hago eco de un caso que muestra como pocos –dada su claridad- la ausencia de políticas de inclusión laboral, más allá de sus habituales disfraces  meramente discursivos.

La política de inclusión implica un plan de acciones estratégicamente articuladas, y transversales a todos los ámbitos de la vida pública, que garantice la extensión de los mismos derechos a todas las personas. Y para que su cumplimiento sea posible -y efectivamente alcanzable- requiere estrategias de compensación para quienes no parten de las mismas condiciones que los otros.

Como quedará descripto, estas políticas no se han hecho efectivas en la Ciudad de Buenos Aires, por falta de compromiso político del gobierno del PRO. Y por el avance de la precarización laboral desde su asunción en el gobierno nacional (muy particularmente verificable en la provincia de Buenos Aires, donde también gobierna la coalición PRO/Cambiemos en alianza con el massismo) es posible no sólo aventurar que la situación se agravará en todo el país, sino que las personas con discapacidad están en máximo riesgo de pasar de la vulnerabilidad a la exclusión laboral.




LA PRECARIZACIÓN LABORAL DE LA HERENCIA MACRISTA:
Experiencia en primera persona


Hola:
Mi nombre es Natalia Verónica Gulino.
Me dirijo a ustedes con el fin de hacerles llegar mi testimonio y
denuncia. Necesito contarles la situación de precariedad laboral por
la que me encuentro pasando desde hace ya 8 años en el Gobierno de la
Ciudad, en COPIDIS, que es la Comisión de Discapacidad del Ejecutivo
Porteño, siendo aún yo una persona discapacitada. Me pagan menos del
salario mínimo, vital y móvil y año tras año me amenazan con no
renovarme el contrato  y cuando se renuevan los mismos, estoy muchos
meses sin cobrar. También,  me persiguen y hostigan todo el tiempo por
no hacer trabajos partidarios para el PRO.
Tengo 34 años y ya es insostenible seguir de este modo, cuando además,
hay legislación laboral que regula un cupo en el estado que está
reservado para personas con discapacidad. Dicho cupo, tanto en nación
como en ciudad, no son topes, sino mínimos que deben cumplirse y en
casi ningún organismo los cumplen porque no les interesa la
empleabilidad formal de los discapacitados.
Pese a tener buena formación y experiencia, no me valoran y el
maltrato es constante. Me siento muy sola porque son muchos años que
vengo peleando por mi estabilidad laboral, la que es un derecho y no
logro ser escuchada.
Mi reclamo concreto, es el inmediato pase a la planta permanente con
el reconocimiento de la antigüedad acumulada a lo largo de todos estos
años y la actualización salarial.
Les solicito, tengan a bien tomarse un momento para interiorizarse
sobre mi situación, la que necesito visibilizar en los medios masivos
de comunicación. También, les pido, que puedan compartir entre sus
colegas dicho material, así más compañeros pueden tomar conocimiento
de lo que me pasa y darle difusión.
Sé que son tiempos difíciles, pero espero que puedan conocerme y
atender mi caso, dedicándole un espacio en sus programas de radio y TV,
en diarios y portales de internet, así como también, en sus
agrupaciones sociales y de militancia política, de la mejor manera que
lo crean conveniente.





lunes, 5 de diciembre de 2016

Suelo y Soberanía Alimentaria




Soberanía Alimentaria en riesgo



Por Viviana Taylor

En junio del 2013 la Conferencia de la FAO aprobó por unanimidad celebrar el Día Mundial del Suelo, debido a su importancia crítica en los sistemas naturales y su contribución vital al bienestar de la humanidad. Y durante la 68th Asamblea General de las Naciones Unidas se declaró al 5 de Diciembre como la fecha oficial para esta celebración a nivel mundial.

Parece obvio afirmar que sin el suelo no podríamos seguir produciendo alimentos. Sin embargo, cuando sondeamos cómo se lo trata en las políticas públicas la obviedad desaparece: estamos transitando por un camino en el que –de persistir- no podremos resguardar la seguridad y soberanía alimentaria de nuestro Pueblo, a la vez que perderemos productividad. Interesante paradoja, porque es en nombre de esta última que se están tomando las decisiones que –lejos de beneficiarnos- serán nuestra condena.


Veamos. En su informe "El estado de los bosques en el mundo 2016", la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) señaló que “la agricultura comercial origina casi el 70 % de la deforestación en América Latina”. Los países examinados fueron Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay, Venezuela, Colombia y Perú.

Aunque este estudio abarca el período 1990-2005, conviene tenerlo en cuenta porque coincide con el escenario político, económico e ideológico que fue germen de la situación actual: el modelo neoliberal del agronegocio.  Modelo que básicamente podríamos describir como la articulación de un complejo agroexportador, con grandes productores y exportadoras a la cabeza, denominados “pool de siembra”.

Este modelo se estableció a lo ancho del mundo desde la década de los 70, y en Argentina logró su máximo esplendor a partir de los 90, cuando se firmó el Decreto de Desregulación de 1991, por el cual fueron eliminados los organismos que tenían por finalidad regular la actividad agraria: la Junta Nacional de Granos, la Junta Nacional de Carne, la Dirección Nacional del Azúcar, etc.

Este nuevo escenario posibilitó -y promovió- la intensificación de la plantación y comercialización de la soja. Y cobró un nuevo impulso con la aparición en el mercado la soja transgénica, que rápidamente sustituyó a la convencional y se convirtió en uno de los principales productos de exportación.

Así, de la mano de la soja transgénica, la siembra directa, la semilla RR resistente al glifosato, y el modelo expansivo, las empresas transnacionales se convirtieron en sus principales beneficiarias. Y el impacto negativo cayó sobre cuestiones sociales, económicas, medioambientales y de salud pública.

En términos generales, durante el período abordado por este estudio, que pocas voces se preguntaron en qué medida era perjudicial una excesiva especialización en este cultivo y la gran vulnerabilidad a una excesiva dependencia de un producto casi exclusivamente de exportación. Un silencio generalizado que fue cómplice de la creciente pérdida de la soberanía alimentaria,  del deterioro ambiental, (con el incremento en un 43% de las tierras cultivables que avanzaron sobre vastas extensiones, como la yunga norteña y la deforestación del 45% de los bosques, provocando una creciente desertificación de los suelos y el agravamiento de inundaciones, incluso en zonas que hasta entonces no eran inundables; la contaminación con agrotóxicos de napas de agua y del aire), de enormes perjuicios para la salud pública (alarmante aumento de la morbilidad y de la prevalencia de enfermedades asociadas a este tipo contaminación, malformaciones embrionarias humanas y animales, presencia de glifosatos en la composición de alimentos de origen animal y vegetal) y del desplazamiento con violencia de comunidades campesinas e indígenas de sus hábitats habituales.

Me detengo un párrafo para poner en relieve la gravedad de la pérdida de bosques. Dado que contienen el 65% de la diversidad biológica terrestre del planeta, su desaparición no sólo afecta a esta diversidad, sino que se resiente la provisión de proteínas y plantas medicinales, la conservación de fuentes de agua, la prevención de inundaciones, y la protección de los suelos de la erosión. Por otra parte, dado que también funcionan como depósito de dióxido de carbono –uno de los principales gases de efecto invernadero- la deforestación se ha vuelto uno de los elementos que contribuyen al cambio climático. Y el agronegocio se ha vuelto la principal razón de la deforestación.




Así fue como, a partir del citado Decreto de Desregulación de 1991 –cuando el sector agrario argentino se transformó en uno de los menos regulados del mundo- cambiaron los arreglos institucionales referidos a la coexistencia de la pequeña unidad agraria con la gran explotación ganadera y agraria.

Otras medidas adoptadas durante los años 90 se articularon con ésta conformando la base de sustento para un gran ajuste estructural de corte neoliberal que contribuyó a la desaparición de numerosas explotaciones agropecuarias (fundamentalmente aquellas que tenían menos de 200 Hectáreas) y a la consolidación de los agronegocios de las grandes empresas del sistema agroalimentario: la liberación al mercado de la semilla transgénica round up ready RR en 1996; las privatizaciones, desregulaciones y la apertura casi indiscriminada al exterior, aplicadas al conjunto de la economía en aras de lograr “una mayor integración a la economía mundial”; las transformaciones del sistema de procesamiento industrial, la comercialización y la distribución final de alimentos; y la provisión de insumos (en particular, de semillas, que le impidió a los agricultores resembrarlas en beneficio del reconocimiento de propiedad intelectual a Monsanto).

Un gran ajuste estructural –como decía- que repercutió sobre las tendencias y la variabilidad de la actividad agropecuaria, los precios de su producción y de sus insumos; y que redujo a Argentina a ser considerada como un país de provisión de recursos, sin importar las consecuencias que su explotación conllevara.

Un gran ajuste estructural y un magnífico negocio para estos pools de siembra que se convirtieron en los principales beneficiados del proceso. Tanto que, cuando durante su primer mandato como Presidenta, las políticas encaradas por Cristina Fernández de Kirchner tocaron  los intereses de estos pools, fueron defendidos por una alianza entre opositores políticos, poder mediático y poder judicial, provocando la mayor crisis política que debió atravesar el kirchnerismo durante sus 12 años de gobierno.

Desde entonces –y a pesar del vendaval en contra- pudo comenzar recorrerse un interesante camino. La defensa de la semilla como patrimonio de los pueblos, la revalorización de los saberes de la agricultura a pequeña escala y su transmisión a las nuevas generaciones comenzaron a cambiar el escenario, a partir del esfuerzo de los trabajadores de diversos organismos como el Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA), que impulsó la capacitación, formación y dio respaldo a miles de pequeños productores en todo el país. Según el Registro Nacional de Agricultura Familiar, el 50% de los productores de la región pampeana son familiares con fuerte incidencia en la horticultura, apicultura, floricultura y porcinos. Y si bien hay registradas 27.000 explotaciones o unidades productivas familiares, se estima que funcionan unas 35.000. El otro 50% son medianos productores capitalizados y grandes productores.


Esas cifras ponen en evidencia el desarrollo que en los últimos años adquirieron los pequeños productores y la agricultura familiar como valor cultural y económico de nuestro país.


Sin embargo, desde la asunción del nuevo gobierno del PRO/Cambiemos este camino se está abandonando.
Durante 2016 –además del desfinanciamiento de programas- los agricultores familiares no recibieron a tiempo para su siembra las semillas para la temporada primavera-verano, lo que retrasó el ciclo natural de las plantas. Y eso sin tener en cuenta  que alguna inclemencia climática ponga en  más riesgo de fracaso a los cultivos. Pero hay más: cuando no llega la semilla, también se cae el técnico que asiste gratuitamente a un grupo de productores para que no tengan que pagar a un agrónomo. Y así se van desarmando los programas, con una sistematicidad que durante este año el gobierno mostró en todos los ámbitos de la administración pública que sabe perfectamente cómo instrumentar: desarticular sin cerrar.

Nada hace prever que situación vaya a mejorar, sino todo lo contrario. El Presupuesto para 2017 prevé recortes sustanciales en organismos como el INTA, el SENASA y otros, amenazando aún más el trabajo territorial con productores y organizaciones de la agricultura familiar, perjudicando la continuidad de las actividades de extensión e investigación en los territorios, y afectando gravemente las economías regionales. Y dado que cerca del 80% de los alimentos que se consumen en el país son generados por agricultores familiares, muchos los cuales desaparecerán, se prevén dificultades en el abastecimiento de alimentos con un  consecuente aumento de sus precios… Por lo que también podemos sospechar que la inflación –a pesar de los oráculos oficialistas- probablemente no va a bajar. No al menos en lo referente a la canasta básica.


Una razón adicional por la que es preocupante el desfinanciamiento de estos programas en el contexto actual de crisis económica, de ajuste y de empleo, es la que enuncia Marcelo Miranda, técnico del INTA y referente del Programa ProHuerta para Berisso y Ensenada. Miranda, biólogo de profesión que trabaja con plantas nativas, plantas medicinales, mimbre y sauce, afirmó en una entrevista al diario Contexto publicada el 2 de octubre que “se está notando bastante fuerte que la gente recurre a la huerta para hacer economía en su hogar y porque tiene más tiempo ocioso, porque el perfil con el que trabajamos nosotros tiene changas o empleos temporarios. La gente está más tiempo en la casa y necesita parar la olla de alguna manera”.


Por su parte, Alicia Alem, descendiente de Leandro N.  Alem y al frente de una cooperativa de Cañuelas que participó de la 6º Feria Provincial de Semillas Nativas y Criollas que se realizó el 1º de octubre en la Estación Experimental J. Hirschhon, en Los Hornos (La Plata) cuenta que:  Ahora a la cooperativa están viniendo a pedirnos herramientas, semillas y animales reproductores. Me hace acordar a 2001 y me asusta”. “Una parte de la sociedad que fue cómplice de la dictadura está volviendo a instalar el mismo sistema de concentración de la riqueza, de desigualdad y de exclusión, y eso genera violencia más tarde o más temprano y no sabemos cómo puede terminar”. “El camino es la movilización social y las propuestas sin negociar la dignidad”.



Este nuevo camino que hoy nos desafía, de movilización social sin negociar dignidad, ya ha comenzado a generar acciones de resistencia, aunque –al menos por ahora- no tengan la publicidad necesaria.

Por un lado, productores, universitarios y representantes de diversos organismos están enfrascados en pleno debate sobre los dos proyectos de ley de semillas que están en danza en el Congreso, uno de ellos impulsado por la Federación Agraria llamado “el anteproyecto Príncipe” (en referencia a Omar Príncipe, su presidente) y el otro al que llaman la “Ley Monsanto”, en referencia al proyecto que el gobierno de Macri acordó con el gigante multinacional transgénico.

Por otro, también hay un interesante trabajo de análisis sobre la Ley 27.118 de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena que defiende a la agricultura familiar como aporte para la soberanía alimentaria y la construcción de un modelo de agricultura más sustentable, que fue aprobada por unanimidad por el Congreso en diciembre de 2014, pero que todavía no está reglamentada ni tiene financiación.



La conservación, multiplicación y uso de las semillas nativas y criollas contribuyen a garantizar la soberanía alimentaria y el desarrollo integral de los productores familiares en el territorio mediante la ejecución de políticas de Estado para el sector con la participación de las organizaciones de la agricultura familiar, campesina y pueblos originarios.

La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a decidir su propio sistema alimentario y productivo; su derecho a consumir alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sustentable y ecológica.




Viviana Taylor


lunes, 21 de noviembre de 2016

No al Voto Electrónico en Argentina


Por qué le decimos

NO AL VOTO ELECTRÓNICO



Viviana Taylor



Debate de la reforma electoral del 15 de noviembre de 2016




Continuación del debate: 17 de noviembre de 2016


Extractos de la transcripción de la copia taquigráfica














A modo de aporte académico, sumo la opinión
de investigadores de universidades nacionales.
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires.
1 de noviembre de 2016





Viviana Taylor

jueves, 13 de octubre de 2016

La Directora del INFD promueve el cierre de institutos de formación docente en el Congreso de la Nación


LA DIRECTORA DEL INFD PROMUEVE EL CIERRE DE ISFD
Sus palabras en la Comisión de Educación
del Congreso de la Nación

Viviana Taylor

Entre 2001 y 2010 se logró reducir la tasa de analfabetismo del 2,6 al 1,9% (Fuente: Censo Nacional, que se realiza cada 10 años).
Durante ese mismo período, la población con estudios secundarios completos se incrementó en un 40,7%
con estudios superiores completos en un 54,6%;
el porcentaje asistencia a la educación inicial de la población de 3 años pasó del 29,9% al 53,9%,
el de la población de 4 años del 48,22% al 81,50%
el de la población de 5 años del 90,8% al 96,3%
(Fuente: Censo Nacional)
Entre 2003 y 2013, la matrícula neta del nivel inicial se incrementó en 303.427 alumnos;
en Jardines Maternales de 4.021 pasó a 15.053;
la cantidad de salas de 3 años aumentaron en un 65,2%;
las de 4 años en un 78,9%;
pero en el NEA y el NOA -sectores tradicionalmente más desfavorecidos- las políticas focalizadas llevaron a incrementarlas en un 283 y un 114% respectivamente para los 3 años, y en un 357 y un 465% para los 4 años.
En Educación Primaria, según UNESCO, en 2006 habíamos llegado a una tasa neta de matrícula del 99,1% y para 2012 a un 99,8%.
Las escuelas de jornada extendida llegaban al 9,63% en 2008, y ascendieron al 17,49% en 2013 (1.507 escuelas más)
Y entre 2003 y 2012 la tasa de repitencia descendió del 6,5% al 2,87%.
En Educación Secundaria, según el Digesto de Educación, la matrícula neta ascendió del 84% en 2006 al 89% en 2012 (el promedio de la región en 2012 era del 74%).
El 59% de estos estudiantes termina de cursar el secundario en la educación común, egresando en tiempo y forma el 44% (en 2003 egresaba el 39%).
550.000 jóvenes y adultos de ese 41% que no terminó en la secundaria común, logró egresar a través del Plan FinEs.
En Educación Técnica, la matrícula se duplicó entre 2003 y 2010, lo que posibilitó que la matrícula de las carreras de grado de formación técnica creciera un 89,8%.
¿Y con la formación docente, qué sucedió?
Se extendieron las carreras de 2,5 y 3 años a 4; y se renovaron los planes de estudio en todo el país.
Se desarrolló el plan de Evaluación Integral de la Formación Docente, y se incorporaron las TIC en la formación, mientras se equiparon todos los institutos superiores.
Se creó el Plan Nacional de Formación Permanente Nuestra Escuela: universal, gratuito, financiado por el estado, en servicio, para docentes de escuelas estatales y privadas, en acuerdo con los sindicatos, universidades y jurisdicciones: 511.848 docentes en formación permanente.
La matrícula de estudiantes de formación docente entre 2001 y 2013 se incrementó en un 88,5%.
En ese mismo período, la cantidad de estudiantes universitarios se incrementó en un 35%, y se mejoró aún más el egreso, que aumentó en un 80%. No sólo comenzaron a estudiar muchos más jóvenes y adultos, sino que mejoraron las condiciones que permitieron la continuidad y egreso de sus estudios.
La formación docente ha sido una gran clave para la consolidación y la proyección futura de la continuidad de este proceso de inclusión educativa, entendida la cantidad como íntimamente vinculada a la extensión (la calidad educativa sin inclusión es una falacia, es el nombre con que se disimula a la educación elitista, exclusiva y excluyente).
El incremento de docentes titulados no significa que "sobren maestros" sino que están disponibles los docentes necesarios para continuar la extensión de la escolarización hasta su completa inclusión.


Señora Veleda, no sobran maestros: hay que seguir construyendo escuelas.
Cerrar institutos de formación docente es una forma perversa -sutil pero perversa- de iniciar el ajuste en educación.
El detalle de no validar los títulos que se han ganado con estudio y esfuerzo es una cerecita en esta torta de ignominia.


Viviana Taylor




lunes, 10 de octubre de 2016

Laura Iglesias y su femicidio por violencia institucional: a pasos de quedar sin verdad y sin justicia


Investigación incompleta,
condenas que no llegan
y una causa bajo riesgo de ser cerrada

Viviana Taylor
Ya pasó algo más de un año desde que  Esteban Cuello fue condenado por el brutal crimen de Laura Iglesias, la asistente social del Patronato de Liberados de la Provincia de Buenos Aires que fue asesinada mientras trabajaba. Condena que recibió del Tribunal Oral N°3 compuesto por los jueces Eduardo Alemano, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro, quienes le dictaron pena de prisión perpetua por la violación y el asesinato de Laura Iglesias.
Sin embargo, algo de verdad y justicia
no es ni Verdad ni Justicia.


Esta condena ha dejado fuera a los otros partícipes necesarios para que este crimen pudiera cometerse: policías cuya participación ha sido silenciada y debidamente protegida con la no consideración de las pruebas que los implicaban y la no evaluación de las nuevas evidencias que fueron apareciendo y que no fueron valoradas bajo la excusa de que considerarlas debilitaría la acusación contra Cuello.


Esta condena ha dejado fuera la consideración del móvil de semejante ataque y asesinato: Laura fue silenciada y con ella también fueron silenciados los testimonios que venía recabando acerca del modo en que ciertos policías acosaban y hostigaban a algunos de sus tutelados para delinquir en favor de ellos. Uno de estos policías también está vinculado a otro femicidio de características muy parecidas acaecido también en Miramar: el de la adolescente Natalia Mellman en 2001.

El procesamiento y la condena a Cuello llegaron con la promesa de que la causa no sería cerrada, de que se continuaría investigando hasta llegar al procesamiento y la condena de los otros partícipes de su brutal violación y asesinato.

Pero parece que no va a ser así…
Por eso hoy familiares y amigos de Laura Iglesias están pidiendo que sumemos nuestras voces para pedirle a la fiscal Ana María Caro que no cierre el caso, y que investigue los puntos que aún quedan oscuros por las evidencias que no fueron consideradas.
Desde su muro de Facebook Manuel Iglesias, hermano de Laura, nos pide que nos unamos a su pedido:
La fiscal Ana María Caro quiere cerrar el caso y dejar sin investigar muchos puntos oscuros. Solo para que te des una idea, hasta el día de hoy a más de 3 años, no se investigó su computadora, hubo modificación de la escena del crimen, no pudimos ver las video-filmaciones tomadas en la escena del crimen, no pudimos peritar prendas con manchas de semen, etc.
Cerrar el caso sería dejar libres y sin proceso alguno a quienes han tenido responsabilidades en el asesinato de mi hermana.inato de mi hermana.

¿Cómo ayudarlos?
Enviale un mail a la fiscal, y con copia al juez y al Presidente del PLB para que no se cier
acaro@mpba.gov.ar
CC juanftapia@gmail.com
barbagalloc@plb.gba.gov.ar
Enviémosle un correo electrónico a la fiscal de la causa, al juez y al titular del Patronato de Liberados Bonaerense, solicitándoles que no se cierre la causa. Y agreguemos la dirección de Manuel para que la familia pueda tener una idea de cuántos estamos acompañando su pedido.
Sus direcciones son:
Un modelo posible del mensaje a ser enviado podría ser:
El presente mensaje de correo tiene la única intención de sumarme a las voces de quienes le solicitan tenga a bien no cerrar la causa por el asesinato de Laura Iglesias: quienes venimos siguiendo con atención e implicación personal los avatares de la causa, estamos convencidos de que aún hay muchos puntos oscuros que es preciso aclarar para que se haga Justicia efectiva.
Una justicia parcial o una parte de justicia, no es Justicia en absoluto.
Sin más, y amparada en la confianza de que honrará la mejor decisión -que es la que lleve a la verdadera y plena Justicia- la despido respetuosamente,
Nombre y Apellido
DNI (opcional)
 
Para saber más sobre el caso de Laura Iglesias:
Laura Iglesias y una Justicia que no llega – 16/11/16

Viviana Taylor



sábado, 20 de agosto de 2016

De intendentes bonaerenses, límites a la reelección y boletas únicas electrónicas


Una pochoclera


Una historia de entuertos nacionales,

provinciales y locales





Por Viviana Taylor



Resulta que -como sabemos- ya hace un tiempito la gobernadora de mano de hierro y modales de princesita desvalida Mariu Vidal viene teniendo un choque con Mauri, que la mira azorado desde La Rosada (cuando va... o desde donde sea que le toque mirarla según esté haciendo algo o nadeando).

Y es que mientras Mariu no se cansa de recorrer la provincia intentando seducir (¿convencer? ¿negociar? ¿extorsionar? ¿apretar?) intendentes para que se sumen a Cambiemos, Mauri le quiere modificar las reglas del juego con el voto electrónico.

Y Mariu entiende que no le conviene cambiar las reglas ni cambiar de juego cuando ya tiene las fichas sobre el tablero y en marcha su próxima movida.
Es justo acá que entra en juego la conexión local: el exfpv-exmassista-(por ahora)PRO (qué manera de hacer turismo político la de este muchacho) intendente de San Miguel en uso de licencia Joaquín De la Torre, quien asumió en el ministerio de Producción provincial aunque su rol dentro del gabinete tiene un claro perfil político: su objetivo es lograr que otros intendentes se sigan sumando a Cambiemos.



Por eso, ahora que tiene un piso de intendentes que espera seguir ampliando sobre la base de promesas (provisión o retaceo de recursos, según sea la vereda en que se paren) y los buenos oficios de Joaco, Mariu prefiere competir en 2017 con la boleta de papel.




Mientras Mauricio desoye sus prevenciones y el proyecto contrario a sus preferencias avanza, Mariu resopla y suspira (según esté más furiosa que deprimida o al vesre). Obviando esa candorosa ingenuidad que sólo es impostada para las fotos y las cámaras, sostiene que las reformas que impulsa el mismísimo Mauri le calzan como traje a medida a Sergio Massa, que se mantiene con buena imagen en las encuestas. Y que,  aunque no termina de consolidar un polo importante de intendentes con manejo territorial -y que ella misma ha ido tijereteando- las últimas encuestas muestran que se está beneficiando con parte del caudal de intención de votos que está perdiendo el PRO/Cambiemos, y que se dirige hacia él.

Como si fuese poco, está segura de que las únicas fuerzas políticas con poder de fiscalización son Cambiemos y el FpV: ¿para qué concederle este respiro de la boleta única electónica a Massa, donde pueden seguir tijereteándole poder? Si quiere los votos, que se los cuide...



Aunque hasta ahora no se había hablado mucho de ella, esta no es una historia nueva. De hecho, cuando todavía se sentían fuertes y eternos omnipotentes, y creían al kircherismo muerto y a Massa debilitado, Vidal, Jorge Macri y Emilio Monzó ya le habían planteado su rechazo a la boleta única electrónica a Marcos Peña durante una cena en las primeras semanas de su gestión de gobierno. Por entonces, la respuesta del jefe de Gabinete fue que -como el Quini6- sale o sale. Respuesta que sigue sosteniendo a pesar de que está claro que hoy el escenario es distinto.



Escenario que se le complicó aún más a Mariu con la aprobación este miércoles 17 de agosto de la ley que pone fin a la reelección indefinida de los intendentes. Paradojas de la vida... Justo viene a complicarla una ley que impulsó ella misma. Parece que a quienes no le temen a la justicia de los hombres ni a la Justicia Divina, finalmente les llega una cuota de justicia poética.
Quizás no sea mala idea ir poniendo las barbas a remojar.

Así, hoy el peligro para las intenciones y expectativas de Mariu es doble: 

Estos intendentes bonaerenses (conocedores como pocos de la política territorial, la del llano) que se han mostrado tan afectos a cambiar los colores de sus banderas, siempre se han mantenido leales a sus convicciones: no siguen líderes ni proyectos sino votos. Y las políticas nacionales y provinciales les están haciendo estallar sus municipios: una verdadera sangría de posibles votantes.

Como si fuera poco, a muchos de ellos -¿la mayoría? ¿todos?- no les ha caído nada bien la limitación de su reelección. Si estas políticas de hambre dejan algo por salvar, no será a ellos que les toque capitalizarlo. No gracias a quien busca acercarlos o mantenerlos en su redil.

Para Mariu no son tiempos para arriesgarse. Y menos con una discutible, polémica, boleta única electrónica, con la que ni siquiera está de acuerdo.




Sólo queda por sentarse a ver cómo construirá poder desde la provincia el sanmiguelino. Y a quién beneficiará.
Sólo cabe esperar que -elija a viejos o nuevos aliados- se mantenga leal a sí mismo. Como ha venido haciendo.




Voy comprando pochoclo porque esta va a ser una de las entretenidas.



Viviana Taylor




sábado, 30 de julio de 2016

Macri en la inauguración de la Exposición Rural Argentina



Una historia de amores y de espantos



Por Viviana Taylor

Esta mañana Macri participó de la inauguración de la nueva edición de la Exposición Rural, que coincide con el 150º aniversario de la creación de la Sociedad Rural Argentina (SRA) mientras se desarrollaba la oprobiosa guerra contra el Paraguay. Y los medios corporativos, casi con goce orgásmico, celebran cual coristas sobreexcitadas la presencia presidencial destacando que termina con 14 años de ausencias y 12 de enfrentamientos presidenciales, como si tal elogio diera cuenta de una virtud.

Desde su creación en 1866, estas exposiciones fueron el termómetro que mejor midió la relación entre cada gobierno y los  intereses concentrados de la corporación agroganadera.
Por entonces, tras apenas dos deliberaciones en el solar de Eustaquio Torres Agüero, se efectivizó la creación con la firma de:
 José Martínez de Hoz (cuyo nieto homónimo -90 años después- fue uno de los ideólogos de la política social y económica,  y  Ministro de Economía durante la Dictadura genocida entre 1976 y 1981; y cuyo bisnieto está asociado con el gobierno de Macri a través de uno de sus socios, que ocupa la Presidencia Nacional de Producción Industrial).
El unitario Eduardo Olivera, quien había vuelto de un viajecito a Europa fascinado con la idea de una exposición rural como la que había visitado en la ciudad inglesa de Birmingham, por lo que había organizado la Exposición Agrícola Rural Argentina de 1858, con presencia del entonces Gobernador bonaerense Valentín Alsina. Esta primera exposición rural fue el antecedente de las que luego organizaría la SRA.
Ricardo B. Newton, el introductor del alambrado;
Jorge R. Stegmann, Jorge Temperley, Mariano Casares y otros.

A partir de entonces la entidad (una asociación patronal que representa al sector más tradicional de propietarios de tierras dedicadas al negocio de la agricultura y la ganadería) se constituyó en la columna vertebral de una Argentina con marcado sesgo agrícola-ganadero y exportador de materia prima, y en la propulsora de las administraciones gubernamentales que le resultaran afines a sus intereses. Por supuesto, con la misma vehemencia con que propulsó a unas, combatió a otras: las que representaban intereses más cercanos a las necesidades populares y a un modelo de desarrollo e industrialización.
Justamente su lema -“Cultivar el suelo es servir a la patria”- nos permite confrontar el modelo propuesto con la Zoncera Nº 33 del Manual de Zonceras Argentinas de Arturo Jauretche, ya que la SRA da por sentado que únicamente se debe servir a los intereses del mercado internacional: “comprar a quien nos compra”. Así, por zoncera (¿o complicidad?) desde su fundación y hasta bien entrada la década de 1940, promovió el intercambio con Inglaterra (nuestro comprador de materias primas) y a quien como retribución le comprábamos las manufacturas y sus derivados. Este ha sido, desde siempre, el diseño de la división internacional del trabajo concebido por los anglos, y que sigue impulsando la SRA, sólo que cambiando el lugar de Inglaterra por el de EEUU y la Comunidad Europea. Un modelo de dependencia económica que convierte en una falacia formal la independencia política, que tanto se esforzaron por acotar.

Volviendo a aquellos primeros tiempos fundacionales, la Confederación Argentina transitaba de una industria saladeril estrechamente ligada a las estructuras de la estancia vieja, a otra más moderna que consistía en la importación y cría de razas vacunas (principalmente la Hereford, Aberdeen Angus, Tarquino y Herdforshire) agrupadas y organizadas en cabañas. A este tránsito se le sumó la invención y el perfeccionamiento “del sistema de enfriado (chilled beef)” y el consecuente auge de los primeros frigoríficos.
Así, el primero de estos establecimientos que existió en nuestro país databa de 1883, levantado en la ciudad de Campana (Pcia de Buenos Aires) de donde salieron los envíos regulares de carne argentina a Inglaterra, principal cliente de los frigoríficos argentinos.  No casualmente se llamaba The River Plate Fresh Meat Co. Ltd. Un año más tarde -en 1884- se levantó el segundo frigorífico: La Negra.


Claro que para que estos cambios contribuyeran a la consolidación de la Sociedad Rural Argentina, antes fue necesario que jugara un importante papel en ese genocidio que dimos en llamar Conquista del Desierto, gracias a la que se hicieron de 18.668.000 hectáreas de las mejores tierras del sur bonaerense, de La Pampa, parte de Río Negro y sur de San Luis, que repartieron entre sus principales familias con el único compromiso de exterminar a sus pobladores. Por si no quedó claro, tierras que pagaron con la sangre de los indios, haciendo realidad el precepto sarmientino de que sólo para abonar la tierra sirve la sangre chusma criolla incivil, bárbara y ruda, descendientes de guaraníes, indios salvajes y esclavos.

De esta historia fundacional viene el sesgo de su gran y permanente influencia política: varios de sus miembros han sido –y son- funcionarios de diferentes gobiernos, mientras que ha mantenido relaciones conflictivas con los de Hipólito Yrigoyen (cuyo ministro de Agricultura Juan Fleitas fue abucheado e insultado, hecho que el diario La Nación interpretó que se trataba del “preanuncio de la revolución (sic) contra Yrigoyen", lo que efectivamente ocurrió 6 días después); de Juan Domingo Perón (haciendo una férrea oposición a su Estatuto del Peón Rural, y organizando un lockout en 1945 contra la sanción del aguinaldo); a través de los paros patronales de octubre de 1975 y enero de 1976 –durante del gobierno de María Estela Martínez de Perón- que desabastecieron de alimentos a la población y colaboraron en agravar el clima social que facilitó el golpe de estado de marzo de 1976;mde Raúl Alfonsín (a quien abuchearon en 1988 en la inauguración de la Exposición, respondiendo con un durísimo discurso en el que los acusó de “actitudes fascistas” y retirándose sin inaugurar la muestra); y al de Néstor Kirchner y muy particularmente al de Cristina Fernández de Kirchner, contra quien realizaron el paro agropecuario de 2008.
Asimismo, han mantenido históricamente relaciones conflictivas con los arrendatarios y pequeños propietarios enrolados en la Federación Agraria Argentina, que nació en 1912 para dar origen a una organización gremial representativa en el hecho históricamente recordado como  el Grito de Alcorta. Federación que –sin embargo- se alió a sus intereses (que no le eran propios) durante el mencionado “conflicto con el campo” que fogonearon la SRA y la oposición política más reaccionaria contra el gobierno de Cristina Fernández de Kircher durante su primer mandato, en 2008.

Lejos está el actual presidente Mauricio Macri de estas disonancias con los patrones del campo. Ya en septiembre 2010 había elegido el contexto del Congreso del movimiento agropecuario CREA –celebrado en Córdoba- para anunciar entre sus muchas promesas inclumplidas la que sí cumpliría: la eliminación de la mayoría de las retenciones. En aquel momento también les anticipó lo que ha llevado a la mismísima gestión de gobierno: “Hoy el campo se ha convertido en el protagonista del sistema político”, los arengó.
Hoy, en su discurso de inauguración de la Exposición Rural, el propio Macri reafirmó que "Desde hace 7 meses trabajamos en el Gobierno para que el campo sienta que se le ha sacado la pata de encima y que se le está tendiendo la mano. El campo es mucho más de lo que puede producir o los impuestos que puede pagar. Es nuestro emblema, nuestra cultura. Para mí el campo es un ejemplo de solidaridad.” Y como la formación histórica no es lo que lo destaca, cometió  la barbaridad de terminar la frase acotando “Por algo gauchada viene de gaucho", olvidando que los patrones del campo frente a los que hablaba no son precisamente quienes se identifican con la figura del gaucho, víctima de sus abusos desde hace 150 años, cuando los exterminaron junto a los indios bajo ese principio de que la barbarie es el campo, lo rural, el atraso, el indio y el gaucho. Hasta en estas frases de forma para darle color al discurso se le cuela la desmemoria, la falta a la verdad y la injusticia.

Entre estas frases se despliega cuánto se ha avanzado en apenas unos meses en el proceso de restauración conservadora en marcha: desde aquel modelo agroexportador y excluyente, inicialmente asumido, que jamás derramó (a pesar de las ¿ingenuas? expresiones de Buryaille) sobre el pueblo argentino llegamos hasta acá –con algunos más o menos breves intermedios populistas que fueron históricamente cercenados-. Y, como el cangrejo, hacia la restauración de aquel modelo vamos yendo.  
Quizás por todo esto, hoy el presidente de la SRA Luis Etchevehere arengó  impúdicamente el sí se puede que es el lema del cambio de futuro por pasado. Y –tan entusiasmo como si estuviese nuevamente acompañado por Aramburu– pidió cárcel para quienes “saquearon la República” durante el kirchnerismo. Y fue como otras veces ha sido. Como cada vez que llegaron con la fuerza de las botas.  Sin la más remota intención de que sea Cristina quien se les escape. Ni siquiera por el ¿atenuante? de haber vuelto con los votos. Hasta me atrevo a afirmar que Cristina no sólo es quien  más odios les ha despertado en su siglo y medio de historia, sino que esta vez se sienten especialmente legitimados para arrasar con todo lo que ella es y representa. Y no se privan de hacérselo saber, cuando los nubla la convicción de que esta mujer dos veces presidenta es –como ningún otro político- presidenciable.
Ni en estos buenos momentos pueden desprenderse de su sed de venganza. Es de estos buenos muchachos que el Pueblo debe cuidarse: no importa cuánto se atiborren, siempre permanecen sedientos.
Viviana Taylor

Casi como una nota al pie, cabe no olvidar que en julio de 2015 los camaristas Ricardo Pinto, Juan Cicciaro y Mariano Scotto ratificaron los procesamientos de Raúl Etchebehere (actual presidente de la SRA), Juan María Anchorena, Carlos Sánchez, Hugo Pifarré, Rubén Lusich, Horacio Foster, Rodrigo Arboleda Halaby, Eduardo Ordoñez, Mario Eijo de Tezanos Pinto, Néstor Eijo, Juan Ravagnán, Vicente Francos, Luis Walter, Juan Carlos González, Carlos Simone y Jaime Bernasconi (directivos de la Sociedad Rural y exdirectivos del Banco Provincia) en la causa por fraude, ya que gestionaron y obtuvieron un crédito de 106 millones de dólares del Banco Provincia en el que entre otras irregularidades presentaron documentación que incluía gastos preoperativos.
Se trata de una causa derivada de otra, en la que el Juez Federal Sergio Torres investiga al expresidente Carlos Menem y a otros imputados por haber vendido a precio vil el predio ferial de Palermo que ocupa la Sociedad Rural: por un precio mucho menor a la mitad de su valor real, que tampoco se terminó de pagar.

Y una joyita histórica para comparar: Pedro Eugenio Aramburu e Isaac Rojas, presidente y vicepresidente de facto de la Revolución Fusiladora (autodenominada “Libertadora”), asistieron a la Exposición Rural. Su por entonces presidente Juan José Blaquier –tal como Etchevehere hoy a Macri- los recibió con un fervor particular que respondía a dos medidas adoptadas por el gobierno militar: la devolución de las instalaciones de la Sociedad Rural de Palermo, que en 1951 habían sido transferidas a la Fundación Eva Perón, y la restitución de la potestad de la patronal rural sobre los Registros Genealógicos de ganadería, que habían sido nacionalizados por Perón.


Los mismos amores, los mismos odios.
No es la historia que vuelve: es lo no resuelto que se repite.
V.T.