Juanjo Castro – Sabrina Del Oro
#AhoraJuanjo
Por Viviana Taylor
En la introducción a esta serie de artículos afirmé que estas elecciones de medio término son una oportunidad para que en San Miguel comencemos a transitar el camino hacia un gobierno municipal alineado con los intereses de todos. Y que para lograrlo necesitamos compromiso, honestidad y preparación. Pero que sólo con eso no es suficiente. También es necesario tener un proyecto claro.
En la 1° parte expuse algunas de las ideas sobre Economía, Comercio, Obras y Servicios Públicos; y en la 2° parte sobre Salud. Hoy me ocuparé de Educación y Cultura.
Educación
Sin dudas, el problema educativo más grave de San Miguel es la falta de vacantes suficientes para garantizar la escolaridad. A fines de 2019 (el último año con asistencia presencial normal a clases, antes de iniciada la pandemia) la lista de espera revelaba la necesidad de creación de al menos 10 nuevas salas para el nivel inicial. Si consideramos la demanda real más allá de la que queda asentada en listas de espera (que se satisface parcial –y muchas veces inadecuadamente- por fuera del sistema escolar, en “guarderías” sin reconocimiento ni habilitación, a través del empleo de cuidadoras domiciliarias, o de redes de cuidado familiar y comunitario) esta necesidad podría ser muy superior a la estimada, sobre todo en los años más tempranos de la escolaridad.
Por eso, en atención a esta demanda, y a la derivada de la necesidad de cuidado en un entorno educativo, de cuidado y profesionalizado de niños, niñas y niñes en los horarios en que sus cuidadores (mayoritariamente mujeres) están cumpliendo con otras tareas, creemos necesario avanzar en:
· La creación de al menos un Jardín Maternal en cada barrio.
· La creación de Escuelas Infantiles en horario vespertino, anexas o aledañas a los Institutos de Formación Superior y de Educación de Adultos, aprovechando el turno ocioso de los edificios de los jardines maternales/de infantes.
· Creación de los Jardines de Infantes necesarios y suficientes para garantizar el acceso a una vacante en el Nivel Inicial, por ley obligatorio desde los 4 años y universal desde los 3.
· Creación de Centros de Acompañamiento Escolar, que se coordinen en un trabajo articulado con las Escuelas Primarias, las Escuelas de Arte y los Institutos de Formación Docente, con funcionamiento en contraturno al horario escolar.
· Pero también la creación en cada barrio de un Centro de Encuentro de Jóvenes, que articule con los centros culturales locales, institutos superiores y Escuelas de Arte, universidades, Centros de Formación Profesional, clubes barriales, y centros de atención primaria de la salud, para que jóvenes y adolescentes gocen de una oferta integral de actividades para el tiempo libre.
· Y la creación del Instituto Municipal de las Artes, que articule acciones formativas y culturales con los Profesorados de Teatro, Música y Artes Visuales, centros culturales y el colectivo de artistas locales.
Ninguna de estas propuestas sería viable si no logramos avanzar en una redefinición del lugar del Consejo Escolar y su relación con las instituciones educativas y las organizaciones de la comunidad, que le permita el seguimiento y control efectivo de la asignación y destino del fondo de financiamiento educativo, y de todas las obras y servicios vinculados con la educación. No puedo dejar de pensar en el Servicio Alimentario Escolar, cuya importancia es crítica, mucho más durante estos dos años en que a las consecuencias de la política económica de ajuste, endeudamiento y desindustrialización de Juntos por el Cambio (que el tándem De la Torre-Mendéz acompañó con alegría macrista) se le sumaron las devenidas de la pandemia. Y frente al cual el actual gobierno municipal no supo, no quiso o no pudo estar a la altura: a la insuficiencia de vacantes asignadas en relación con las demandadas por las escuelas para satisfacer las necesidades de alimentación de los niños y niñas de San Miguel, se sumó la entrega de productos que no se correspondían con los declarados (como “alimento a base de leche” por leche), y en varias ocasiones en mal estado. Todo lo cual, por supuesto, está debidamente denunciado.
Cultura
San Miguel es un municipio rico en artistas, personalidades de los ámbitos académico y cultural, y expresiones artísticas y culturales. Con un gobierno que valore esta riqueza en su justa dimensión, poniéndose al servicio del desarrollo y la expresión de su diversidad, y congregue voluntades para mancomunar esfuerzos, sin dudas lograríamos referenciarnos como polo artístico y cultural en poco tiempo. Para poder hacerlo, necesitamos alcanzar la mayoría en el Concejo Deliberante, lo que nos permitirá iniciar los diálogos que fructifiquen a partir de 2023, cuando ganemos el gobierno local para todos. Diálogos en torno de:
· La creación de un proyecto amplio, articulador de políticas culturales, orientadas por el horizonte de “San Miguel, Municipio Cultural”.
· La creación del proyecto “San Miguel, Municipio mural”, para que nuestra vivencia del paisaje urbano se convierta en una experiencia estética, gracias a la expresión del colectivo de artistas locales e invitados, estudiantes del Instituto de Artes Visuales y de las escuelas secundarias con orientación en artes. Vivir en un entorno bello mejora nuestra calidad de vida. Sentiremos un mayor orgullo de vivir en San Miguel y –seguramente- seremos más felices.
· La creación del imprescindible multiespacio cultural que tanta falta nos hace, conformado por auditorio, anfiteatro, salas de cine y conferencias, y hall para exposiciones. Multiespacio que sería el lugar natural para que el Profesorado de Teatro tenga finalmente su sede, luego de tanto deambular por espacios impropios e inadecuados.
· La creación de al menos un parque municipal con una gran pista de skate, pistas de patinaje artístico/recreativo y de carrera, plaza de juegos inclusivos y adaptados, y anfiteatro para presentación de bandas, garantizando la facilidad de acceso desde todos los barrios de San Miguel. Y otros menores, descentralizados, de cercanía a cada barrio. Además de, al menos, una plaza en cada barrio, aptas para la realización de festivales municipales descentralizados, con participación de todos los géneros musicales, otorgándole especial preponderancia a las bandas locales.
Y, como medida urgente e inmediata, la realización de un censo y
empadronamiento voluntario de Centros Culturales, para el acceso a:
· exención de impuestos y tasas municipales,
· gestión de exención y/o tarifas sociales diferenciales de servicios,
· otorgamiento de subsidios focalizados para proyectos específicos,
· participación articulada en la agenda cultural y las acciones de promoción comunitaria.
Viviana Taylor
