lunes, 30 de junio de 2014

Julio Cobos: aporías entre el entreguismo y Winnie the Pooh



 
Por Viviana Taylor

 
En este momento, Julio Cobos está en Malvinas. Llegó a Puerto Argentino el sábado 28 y se quedará hasta el próximo sábado, 5 de julio.

Si bien dejó claro que su visita no es oficial sino como turista, su  calidad de político y de legislador argentino no fueron puestas en suspenso.

En primer lugar, porque no se trata de una función interrumpible que uno enciende y apaga a conveniencia.

En segundo lugar, porque como turista uno podría haber esperado que fuese acompañado por su familia o –en su defecto- por amigos. Aunque algunos dicen que fue acompañado por su hija y su nieta, y que además del vuelo participaron un grupo de mendocinos -algunos de los cuales se definieron como sus amigos-, quienes sí está claro que lo acompañaron en su recorrido y se alojaron con él en el mismo hotel (The Waterfront) fueron el ex teniente José Duarte (a quien destaca por haber matado en la guerra de 1982 al capitán británico John Hamilton a quien lo enterró con honores, pero de quien Cobos calla que como carapintada se alzó en 1987 contra la democracia durante el gobierno radical de Alfonsín), su secretario personal y uno de sus más estrechos colaboradores en el área de comunicación, Leandro Robert, quien lo fotografió apenas pisaron las islas.

 
Y en tercer lugar, porque él mismo explicó que –como precandidato por el Frente Amplio UNEN- quiere tener presencia en todo el territorio nacional antes de las próximas elecciones, y que eso incluye al territorio no continental cuya soberanía reclama Argentina.  Este doble carácter en su calidad de viajante, vuelve inevitable hacernos una serie de cuestionamientos y reflexiones sobre la misma.

1.     Como turista, debió presentar su pasaporte, en el cual ahora figura el sellado que documenta su arribo a la Base Militar Mount Pleasant. Este sellado implica –en los hechos- un reconocimiento del derecho de las autoridades británicas para ejercer soberanía sobre el territorio de las Islas Malvinas. Un hecho que vale más que todas las palabras y justificaciones con que se intente relativizarlo. ¿Cómo compatibilizará las consecuencias de esta conducta que ha asumido como ciudadano argentino, con su postura frente a los reclamos por el reconocimiento de la soberanía argentina sobre el archipiélago, sea hoy como legislador y en el futuro cercano como posible candidato a presidente por el FAUNEN? Prefiero no preguntarme cómo las compatibilizaría de acceder a la presidencia en el 2015, el 2019 o cuando sea, porque es un escenario que espero no tener que transitar.

2.     La visita estaba planeada para abril, en coincidencia con el 32º aniversario del inicio de la guerra de Malvinas. Si bien la coincidencia con la fecha no hubiese agravado en sí el reconocimiento del derecho a la soberanía y al ejercicio de la autoridad británica al presentar su pasaporte para ser  sellado,  sí hubiese profundizado sus connotaciones simbólicas y emotivas.

3.     Sin embargo, la postergación del viaje no se debió a esta coincidencia, sino a otra: la de su audiencia con el Papa Francisco en el Vaticano.

4.     Así como no fue la coincidencia con el aniversario del inicio de la guerra lo que motivó la postergación del viaje, tampoco evitó que eligiera hacerlo en la misma semana en la que el canciller Héctor Timerman -acompañado por legisladores de la oposición y la gobernadora de Tierra del Fuego Fabiana Ríos- reiteró la demanda por el diálogo con Londres ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Mientras unos están volviendo a reclamar la apertura para discutir una solución pacífica, Cobos elige presentarse ante los demandados para hacerse sellar su pasaporte en un reconocimiento de los supuestos derechos derivados de la ocupación.

5.     Además, Cobos llegó a Malvinas en el vuelo semanal de LAN Chile, que parte desde Santiago todos los sábados. Este viaje lo realiza desde otro país, sentando otra coincidencia: lo hace mientras los vuelos desde el territorio continental argentino se hallan suspendidos, después de que la Presidenta hiciera la propuesta de aumentar su frecuencia pero reemplazando a LAN Chile por Aerolíneas Argentinas. ¿Es posible que un mismo viaje se aporte a los intereses de un estado y una empresa extranjeros, a la vez que se contrarían los intereses nacionales? Parece que sí: Cobos lo hizo (lo está haciendo).

6.     Cobos prometió evitar cualquier encuentro oficial o gesto que pudiera tomarse como provocación en las islas. Creo que está haciendo magníficamente bien las cosas respecto de su segunda promesa: todos los gestos, hasta ahora, sólo ofenden a los intereses argentinos. Y vienen expresados por quien se propone como candidato a la Presidencia de la Nación.
 

En nuestra historia, sólo otro político se atrevió a tanto. Guido di Tella, en el año 2000, cuando ya había dejado su cargo como ministro de Relaciones Exteriores de Menem. Seguramente todavía pueden recordar su vergonzosa y vergonzante campaña de seducción hacia los malvinenses (nunca tan bien representada como el regalo de ositos Winnie the Pooh con que los sorprendió en 1998) tan lejos de las históricas políticas en las que Argentina les proveía de asistencia, salud y educación.

¿Será que Cobos propone una política exterior a modo de vuelta de tuerca remozada al ditellismo? Esto que ha mostrado no está muy lejos de serlo.

 

Viviana Taylor