Por Viviana Taylor

Esta
vez, nada de ediciones ni actualizaciones. Lo que voy a relatar merece un
posteo propio, con señalizaciones y luces de colores invitando a entrar. Así
que avisé: va con señalizaciones e invitaciones. Así de relevante lo creo.
Y la
cosa no es para menos. Los hechos ocurrieron durante la inauguración de
Expoagro 2013, a la que ya me estuve refiriendo.
Resulta
que después de compartir un lunch con otros funcionarios del PRO, el inefable intendente del Municipio de Malvinas Argentinas (Conurbano
Bonaerense) Jesús Cariglino, levantó
su copa y pidió un brindis.
El
asombro de varios de los asistentes no fue menor: el brindis pedido era por la desaparición física (sic) de Hugo Chávez.
Claro
que el asombro no siempre termina en desaprobación. El asombro no es más que
sorpresa por la ocurrencia de lo inesperado. Por eso, recuperados de su
asombro, algunos reaccionaron con beneplácito. Y así fue como el intendente de San Isidro -Gustavo Posse-
, el de Vicente López –Jorge Macri-
y el cómico sojero devenido político Miguel
Del Sel también levantaron sus copas, sumándose al mismo.
Lo que sus allegados comentan que hizo en privado al enterarse del
fallecimiento de Néstor Kirchner, esta vez se animó a hacerlo en público.
Quizás, porque el contexto de Expoagro le resulta más acogedor a sus
motivaciones e intereses. Quizás, porque nadie puede engañar a todos durante
todo el tiempo. Quizás porque la compañía era de su extrema confianza y eso debilitó la inhibición a la que -si no nos somete la moral ni la ética- nos aconseja la prudencia.
Quizás.
Lo que
sí es seguro es que este es el año electoral más honesto de todos: más allá de
lo que se diga y publicite en los medios, las caretas se han ido cayendo como
nunca antes; las miserias privadas se han expuesto en público de un modo sólo
comparable al del menemismo, y –al menos en esto- lo ha superado. Es el año electoral más honesto de todos porque no ha
quedado lugar para la excusarse en ingenuidades ni inocencias. Quien los vote,
los votará conociéndolos: no sólo por lo que dicen y prometen, sino
esencialmente por lo que son y hacen. Nunca antes elegidos y electores tuvieron la
oportunidad de identificarse de semejante manera.
Por Viviana Taylor