viernes, 19 de abril de 2013

18A: Y ahora, ¿qué?


Por Viviana Taylor

 

Anoche pasó algo interesante. No sé si será la subjetividad de mi ánimo que se ha ido desensibilizando ante las marchas, o que efectivamente quienes se convocaron esta vez tras la consigna 18A resultaron en apariencia más racionales y produjeron menos hechos violentos, o la conjunción ambas. Pero lo cierto es que algo ha cambiado, y más allá de subjetivismos y subjetividades, las consignas –compartidas o no, no es esa la cuestión- sí fueron sostenidas con más claridad, los exabruptos no las opacaron, y los violentos fueron menos. Aunque, una vez más, las víctimas se repitieron: fueron nuevamente los trabajadores de prensa identificados como "los K".

No voy a soslayar el hecho de que, tal como sucedió en la convocatoria del 8N, una vez más personas mayoritariamente no violentas aceptaron compartir el paso con otras, sí siniestras. Pero no voy a señalar quiénes caminaron junto a quiénes, ni me voy a detener en este análisis. No es lo que me interesa ahora, y –por otra parte- sobre estas cuestiones ya he escrito antes. Cuando dejen de pelear contra el enemigo común y tengan que abocarse a la construcción de una alternativa a este proyecto político, veremos cómo lo resuelven y qué resulta.


Esta vez quiero detenerme en la que pareció ser la motivación implícita compartida, subyacente a la aparente diversidad de consignas que la expresaron.

Detrás, por debajo, alrededor de cada apelación al gobierno nacional (aun cuando mucho de aquello por lo que se lo interpelaba no era de su competencia directa, sino responsabilidad de los gobiernos provinciales y de la CABA, cada uno en su jurisdicción) lo que resonaba por lo bajo y por lo alto era un reclamo por más libertad, por momentos enmascarado en un reclamo de más democracia.

Dicho de otra manera, lo que parece estar en tensión –y provocar semejantes tensiones- podría resumirse en dos preguntas:


¿Cuál es el máximo de libertad posible

compatible con el mínimo de derechos aceptables?

 

¿Cuál es el mínimo de libertad aceptable

compatible con el máximo de derechos posibles?

 
Por supuesto que no es una tensión que pueda resolverse fácilmente. Ni siquiera creo que sea una tensión con alguna posibilidad de resolución. Pero sí creo que de los diálogos que se generen en torno de ella es que surge la posibilidad de la política, de la construcción democrática. Y que de las opciones que se abren a partir de esta discusión es que surgen los proyectos alternativos. Aunque claro, no todo proyecto se concreta en un modelo. Un modelo es mucho más abarcativo, mucho más profundo que el mero intento de zanjar la discusión. Un modelo surge de definir cuál de las dos preguntas debe subordinar a la otra.

Esto es lo que está hoy en juego. Si optamos por el máximo de libertad compatible con el mínimo de derechos aceptables. O si optamos por la mínima libertad aceptable con el máximo de derechos posibles. Y, sobre todo, cuál es el umbral de aceptabilidad de unos y otros.

Esta discusión no es exclusiva de Argentina. Es una discusión que se está dando en toda América Latina (de hecho, es lo que llevó al eufemísticamente llamado golpe palaciego contra Lugo y lo que motiva los incidentes que está padeciendo Venezuela) y que gran parte de Europa comienza a plantearse.



Quienes asistieron a las marchas del 8N y del 18A, más allá de las motivaciones personales con que legítimamente lo hicieron, fueron convocados como  fuerza numérica para sostener el argumento en favor de una de esas preguntas, y de un modelo de respuesta.

Quienes convocaron –más allá de cómo se hayan enterado quienes asistieron, y de que supieran o no quiénes lo hicieron- fueron esencialmente grupos entramados con el poder empresarial y financiero asociado al poder mediático (que sólo en teoría son diferenciables, puesto que los medios están manejados por empresas con intereses económicos y financieros). El poder político asociado a ellos cumplió un mero papel subsidiario: podían o no estar. De hecho, la mayoría de los convocados no lo hizo ni porque allí estuvieran Carrió, ni Ricardo Alfonsín, ni Binner, ni Donda, ni Bullrich, y menos el rabino Bergman junto a Castells. Pero Carrió, Ricardo Alfonsín, Binner, Donda, Bullrich y el rabino Bergman juntos a Castells sí quisieron estar allí, sintiéndose convocantes cuando apenas si formaron parte de la masa convocada.

 
¿Por qué uso la expresión “masa”? Porque –insisto- más allá de las motivaciones personales por las que legítimamente fueron, quienes asistieron fueron convocados para presionar con su fuerza numérica sobre una negociación que los excede y en la que sus intereses no serán considerados ni formarán parte.


Para intentar comprender un poco el argumento que estos grupos de interés convocantes sostienen, voy a apelar a las palabras de Rodolfo Puiggrós, que ya lo ha expresado más claro y mejor de lo que yo podría hacerlo:

El liberalismo siempre pretendió ser sinónimo de democracia, de la democracia por excelencia y la única posible, el compendio de las libertades del hombre, la conquista de la libertad misma, la senda abierta al término de la historia para el progreso infinito en línea recta ascendente. Benedetto Croce lo llamó la religión de la libertad, pero reconoce (aunque no delimita el alcance de la libertad liberal y la postura absoluta, perfecta o, al menos, el ideal de la humanidad) su antítesis con la democracia. Del análisis histórico del autor italiano se infiere (implícito entre sus reticencias) que el liberalismo nació para reprimir, aplacar y encauzar la ola plebeya que se levantó furiosa y ciegamente con las revoluciones antifeudales de la burguesía, y luego,  para subsistir en el siglo XX enfrenta a la nueva ola, ya no ciega, del proletariado en lucha por la democracia integral. Quiere decir que la libertad absoluta e infinita del liberalismo en la esfera del puro idealismo se torna relativa y finita en el campo material de la historia. Esa relatividad y esa finitud son las de la clase social cuya existencia transcurre entre el feudalismo y el socialismo. La definición croceana sería perfecta si se le añadiera un atributo: la religión de la libertad de la burguesía.

Rodolfo Puiggrós

 



Para los grupos convocantes –cada vez más visibles, cada vez más activos en la convocatoria- la opción por una de estas preguntas es clara. Ya han decidido que la que realmente importa es:
¿Cuál es el máximo de libertad posible

compatible con el mínimo de derechos aceptables?


Y ya la han respondido: no hay máximo de libertad posible. La libertad sólo es aceptable cuando es absoluta. Y la libertad absoluta sólo es compatible con un mínimo de derechos que la garanticen. O sea, con una parodia de derechos, mínimos y aceptables en tanto no confronten con ella, y la garanticen reduciendo al mínimo la conflictividad social que podría surgir si se reclamara la extensión y universalización de los derechos.

Si no fuese esta la respuesta que se han dado, ¿cómo se explica la crítica al control de precios, a la vez que no deja de insistirse en su aumento y se lo vincula con la inflación, sobre la que también se hace foco insistentemente?

¿Cómo se explica el reclamo de seguridad jurídica para favorecer la radicación de capitales extranjeros, a la vez que se replican las quejas sobre –por ejemplo- los descontroles frente a la megaminería?

¿Cómo se explica –en contradicción con el reclamo anterior- el reclamo por soberanía legislativa y mayor juego democrático en el Congreso, mientras se silencia la realidad heredada de los TBI y de la sumisión jurídica a los arbitrios del CIADI?

Más aún, ¿cómo se explica el eco al reclamo por la “voz de las minorías legislativas” en el Congreso, en boca de legisladores que no asisten a las sesiones pero sí se pasean por las pantallas de los mismos canales en los que ya son habituales?

¿Cómo se explican las acusaciones al gobierno por las prácticas de Monsanto, mientras se silencia que uno de estos políticos-asistentes habituales fue quien la introdujo en el país, y opacando la sociedad empresarial con la empresa de la que ellos mismos forman parte?

¿Cómo se explica el reclamo de la apertura sin restricciones a todas las importaciones, mientras se exige mayor empleo y mayor activación de la industria nacional?

¿Cómo se entiende la simulada preocupación por la cotización no oficial (ilegal) del dólar, cuando se opera para manipularla, a la vez que se insiste con sobreactuada preocupación en los avatares de los vencimientos de pagos de deuda, que se abonan en esa moneda?

¿Cómo se explica la acusación de corrupción y de protección a los corruptos, haciendo caso omiso a los casos en que el gobierno ha intervenido, y silenciando los funcionarios y políticos de otros signos partidarios efectivamente procesados que siguen en sus funciones y protegidos?

¿Cómo se explica la intensa campaña propagandística en contra de un gobierno al que se acusa de corrupto, no democrático y autoritario, basada en la construcción de relatos pseudoperiodísticos a partir de datos inventados e inferidos a través de razonamientos falaces? Y se lo hace coincidentemente  la presentación en que el ex delegado del personal de Canal 13 José Carbonelli le aportó a la Justicia la documentación que confirma los desfalcos millonarios con que Artear perjudicó al Estado, acto de corrupción sí real y sí silenciado. Tan silenciado como la fuga de capitales por parte de Ernestina Herrera de Noble y Magnetto, en esencia los mismos actos de los que se acusó con datos falsos y relatos inciertos al Gobierno Nacional. Esta semana estos hechos fueron tan vergonzosamente revelados, tan obscenamente expuestos, que no se explica cómo –todavía anoche- algunos de los convocados justificaban su presencia específicamente en estos acontecimientos.

Por último (y sólo por terminar arbitrariamente la puntualización de ejemplos, no porque se hayan agotado) ¿cómo se entiende el pedido por más y mejor democracia, mientras se alzan los ánimos contra unos proyectos para la democratización del poder judicial, sin explicar en qué consisten? ¿Y el que se celebre un fallo de casación que permite la monopolización de los medios audiovisuales al amparo de una ley cuyo espíritu es su desmonopolización, mientras se reclama una libertad de opinión y prensa de la que se quejan de no gozar?


Claro que estas contradicciones discursivas aparecen porque no se dice lo no puede ser dicho. No pueden decir que el máximo de libertad que reclaman para sí, más antes que después colisionará con los derechos de otros. Y como no lo dicen, como lo disimulan tras la falacia argumentativa de la libertad absoluta para todos compatible con derechos absolutos para todos, son muchos los incautos que alzan su voz para reclamar lo que creen que se les reconocerá como propio. Tarde y tristemente comprobarán que gritaron contra sí mismos.


Es lógico y entendible que muchos hayan respondido a la convocatoria porque son muchos los que están angustiados. Esa angustia proviene de sentirse abandonados, porque les hicieron creer –a fuerza de repetirlo todo el día, todos los días, a través de diversos medios- que el Estado los ha abandonado.

Los han convencido de que hay un gobierno que roba mucho y, encima, reparte demasiado. Populismo, que le llaman… Y temen no tener garantizados la educación, la salud, la vivienda, el ahorro… Temen perder la libertad para gozar de los derechos a los que ya nos hemos acostumbrado y reconocemos como propios.

Los han convencido con interpretaciones mentirosas, y diariamente alimentan el enojo por sentirse abandonados por el Gobierno. Los convencieron de que no hay proyectos ni futuro. De que no hay más alternativas que decidir entre resistir o aguantar. Y los alientan a resistir. Y allí están, resistiendo, marchando con unos políticos que se llaman opositores sólo porque se oponen: no construyen ni resisten; se dejan arrastrar. Y eso los hace sentirse más abandonados, más solos. Por eso ya no creen ni en el gobierno –que presumen que los ha abandonado- ni en los partidos opositores –por los que nunca se sintieron acompañados-. Quizás por eso el nuevo referente que se han ido configurando es quien los domingos a la noche les espeta aquello que los convencieron que es: y al oir las mismas ideas que ya les resuenan conocidas, en la repetición se sienten acompañados, comprendidos, menos solos.


En esa soledad se puede marchar al lado de cualquiera, porque no hay identidad de clase ni política en la que reconocerse. Apenas se trata de un colectivo primitivo, reunido en torno de una consigna en común, que ni siquiera es propia. Cada uno marcha al lado de otro, pero solo.

Se marcha sin identidad política. No puede haberla. También de eso los convencieron que es malo, que no importa. Que la militancia es algo de lo que se debe desconfiar. Y es que la política requiere volver a esas preguntas esenciales sobre la libertad y los derechos; pero se renuncia a ella porque se acepta que ya otro las respondió por todos. Así, la discusión sobre la inclusión y la ciudadanía se diluye en una forma de ciudadanía devaluada, insignificante y cómoda que reclama que dejen comprar dólares, que se abran las importaciones, que se vayan todos…

Son identidades que asumen formas de ciudadanía predigeridas a través de los medios, que se construyen frente a la pantalla del televisor, frente al pliego del diario, frente al aire de radio.

 

Si lo que pretendemos es consolidar un Estado Democrático cuyos rasgos sean la libertad y la equidad, que considere la diversidad en todas sus formas, y a partir de ella se busquen las coincidencias mínimas que nos permitan construir la comunidad, necesitamos repensar de qué estamos hablando.
Necesitamos volver a pensar qué entendemos por libertad, y qué entendemos por derecho.
Necesitamos volver a preguntarnos qué relación hay entre libertad y derechos.
Necesitamos discutir, pensar juntos, tolerar la tensión y construir a partir de ella. Necesitamos volver a las preguntas esenciales:

¿Cuál es el máximo de libertad posible

compatible con el mínimo de derechos aceptables?

¿Cuál es el mínimo de libertad aceptable

compatible con el máximo de derechos posibles?


Necesitamos pensar y discutir desde el interior de cada grupo, para luego poder repensarlo juntos; para poder construir algunos significados compartidos que creen la condición de posibilidad para un proyecto común.

Y necesitamos romper con algunas ilusiones con que nos pretendieron deslumbrar: la libertad absoluta, en la realidad más real, no es compatible con derechos para todos. Habrá un punto donde la libertad de los grupos convocantes se tropezará con el derecho de los convocados.


Eso es lo que está en juego.

 

Viviana Taylor

miércoles, 17 de abril de 2013

Venezuela, ¿Quo Vadis?

Por Viviana Taylor


Eva Golinger es una joven abogada, escritora e investigadora. Si bien nació en Nueva York, por esa particular costumbre que tienen los estadounidenses de enmarcar todo origen que no sea WASP (White Anglo-Saxon Protestant) suele ser señalada como venezolano-estadounidense.

Su tarea como investigadora está centrada particularmente en desenmascarar los mecanismos por los cuales los Estados Unidos intentan influir sobre la República Bolivariana de Venezuela, pero se extiende hasta su acción sobre otros países de América Latina.
Como fruto de estas investigaciones publicó El código Chávez (2005) y Bush vs. Chávez: la guerra de Washington contra Venezuela. Sus trabajos están traducidos al inglés, francés, alemán e italiano; y le valieron en 2009 el Premio Internacional de Periodismo del Club de Periodistas de México; además del reconocimiento como defensora de la Revolución Bolivariana. En la actualidad es moderadora del programa Detrás de la Noticia del Canal Russia Today.


Pero no fueron estos méritos los que me llevaron a mirar a Venezuela a través de sus ojos. Lo que me impactó fue la denuncia que hizo desde su cuenta de Twitter @evagolinger:  


 

Eva quizás se haya convertido para los no venelozanos en la cara más reconocible de las víctimas de la oposición comandada por Capriles. Y no precisamente porque las víctimas sean pocas, ni porque no resulten relevantes.

Es que, fuera de América Latina y de los sentimientos afectos al chavismo, quizás no se entienda por qué el ataque a médicos cubanos, o se entienda como un gaje del oficio –y hasta merecido- el aguantarse algún que otro golpe si se es funcionario y político chavistas; o si se pertenece  a esa multitud plebeya que porta remeras y gorros rojos para honrar la memoria y el legado de su líder. Un tono rojo que en estos días tanto se parece en su uso al de los ritos católicos… Quizás sólo se me ocurra tal semejanza porque se me hace difícil pensar en el chavismo sin asociarlo al misticismo.
No tengo mucho más que decir sobre Eva que lo que hasta aquí he expuesto. Sí puedo decir –en cambio- que su cuenta de Twitter ha estado muy activa, y que no creo que sea aventurado relacionarlo con el ataque de que fue objeto.  Más bien creo que, como sucede también por estos lares con ciertos hechos que luego se tratan de hacer pasar por espontáneos y políticamente inmotivados- es a través de Twitter que puede rastrearse la génesis de este -y otros lamentables- hechos.

Su cuenta comenzó a estar en el foco de mi atención el mediodía del 15 de abril, cuando copió un mensaje de la Embajada de Venezuela en EE.UU:

Official presidential #election results from #Venezuela Nat'l Electoral Council: 99.12% votes counted, #Maduro 50.66%, #Capriles 49.07%


Escuetamente, se limitó a escribir: Ganó Nicolás Maduro la presidencia en Venezuela 50.66% a los 49.07% de candidato opositor Henrique Capriles. Participación 78%.

Pero minutos después advirtió en dos mensajes que ya comenzaron matrices internacionales diciendo que por el pequeño margen de victoria de Maduro su gestión será "ilegítima"; y Ojo pueblo revolucionario de Venezuela, ahora la desestabilización será aún más fuerte. Hay que defender el legado de Chávez,q es del pueblo (sic).

Sus comentarios irían tomando crecientemente un tono de apelación cada vez más claro, en relación con la información que iba recibiendo y compartiendo: Cuando la oposición ganó el referéndum de la reforma constitucional en 2007 por menos de un punto, el chavismo lo aceptó y no gritó fraude.

Y siguió: Candidato perdedor Capriles llama al Presidente electo de Venezuela "ilegítimo" y dice que fue "derrotado". No reconoce los resultados.

En castellano y en inglés, fue contando que Capriles irresponsablemente dice que no va a reconocer los resultados electorales y llama al Presidente @NicolasMaduro "ilegítimo". Y en varios mensajes sucesivos lo interpeló: Capriles, perdiste. Sea demócrata y acéptalo. Regrese a atender tu estado Miranda, el más violento del país. No eres Presidente. Capriles dice que es un "demócrata" pero no reconoce los resultados electorales. ¿Entonces, la democracia solo esta bien cuando te favorece? Bueno, lo anunciamos antes. La derecha no reconoce los resultados electorales y ponen en evidencia su falta de democracia. Muy violento el candidato perdedor Henrique Capriles. El fue electo gobernador por el mismo sistema electoral que hoy desconoce. (sic)

Y volvió a advertir: Alerta pueblo revolucionario frente a la violencia opositora. Capriles desconoce resultados electorales y llama a luchar contra el gobierno. Capriles quiere violencia, quiere desestabilización. No respeta la voluntad del pueblo. Sus acciones son irresponsables y peligrosas.

Mientras tanto, desde TeleSUR, el periodista Abraham Istillarte reenviaba un mensaje del Comando Hugo Chávez: El rector Vicente Díaz, Armando Briquet y Carlos Ocariz (opositores) reconocieron ayer el triunfo de Nicolás Maduro; y otro del electo Presidente Nicolás Maduro: Hay un plan desde el exterior contra la democracia de Venezuela. Resistiremos los ataques. A Venezuela se respeta.

Eva, a su vez, reenviaba los mensajes reenviados por Istillarte, y por su parte escribía: Comienza la proclamación oficial del Presidente electo Nicolás Maduro en el Consejo Nacional Electoral #Venezuela. La oposición protesta.

Apenas minutos después, en un hecho que a Hernán Capriles parece -convenientemente- habérsele pasado por alto, informó que Nicolás Maduro Pide al CNE una auditoría de los resultados y llama a la paz”.

 

Hasta este momento, Eva parecía atenta a informar en inglés y en castellano, alternando información sobre las bombas que habían estallado en Boston con la proveniente de los incidentes que ya se estaban produciendo en Venezuela. Pero a partir de  las 6:13 hs PM (hora de Venezuela) del 15 de abril se focalizó en contar en español exclusivamente estos hechos.

Así, fue compartiendo mensajes sobre el reconocimiento de Chile y México por el triunfo de Nicolás Maduro, y más tarde el de España, así como los mensajes provenientes de Cristina Fernández de Kirchner desde Argentina.

 Ya a las 8:07 PM hacía de caja de resonancia a la denuncia de Maduro acerca de que se estaba encaminando un golpe de Estado, apenas unos minutos antes de informar la ratificación de Jorge Arreaza como vicepresidente. Ratificación frente a la cual algunos de sus compatriotas (puedo imaginar el tono emocional con que lo escribieron) comentaban que el mandato de Chávez había sido cumplido.

A partir de allí la cascada de twitts que emitió su cuenta torna irrelevante consignar horarios: se sucedieron uno detrás de otro, y Eva ofició de canal por el que fue transmitiendo la información que le iba llegando.

El mensaje que sigue me parece un claro ejemplo del modo brutal en que los medios opositores al chavismo operan, reservándose sólo para sí el derecho a la información -modo que se replica con mayor o menor brutalidad en los medios opositores de los regímenes democráticos populares en toda América Latina-:

El Rector Vicente Díaz dice q no apoya llamado derecha d asediar CNE y q ls resultados q se dieron son los q son. Globovision lo saca del aire

Y este otro, por su parte, ejemplifica cómo la duda que intenta instalar Capriles respecto del recuento de los votos puede terminar volviéndose en su propia contra:

¡Reconteo de votos en Miranda ya! Capriles ganó solo con 50,35 (la gobernacion)


Para entonces, el Presidente Maduro ya había denunciado las agresiones perpetradas por grupos violentos contra la familia de Andrés Izarra. Y Eva recogió dos mensajes que el propio Izarra había escrito en Tw: Responsabilizo a #CaprilesFascista de lo que le pueda pasar a mi padre y su familia, al igual que a mi y a mi familia. Queremos paz.//Hordas fascistas agreden casa de la rectora Tibisay Lucena. Puro odio que ha desatado Capriles y sus fascistas.

Así, fue replicando información que le iba llegando:

·        De Iñigo Errejó, doctor e investigador en Ciencia Política en la UCM y miembro de la Fundación CEPS , reposteó que Grupos de la derecha han intentado quemar la casa del padre de Andrés Izarra, exMinistro de Comunicación del Gobierno de Chávez.”

·        De David Segarra, Grupos de antichavistas atacan unidades de BusCaracas. Asedian la televisión pública.”

·        De la periodista Karen Méndez que Tienen a médicos retenidos en CDI d Piedra Azul, quemaron 2 casas dl Psuv con gente adentro, agreden unidades BusCaracas y ahora asedian VTV

·        Del autodenominado Abogado Socialista y radicalmente chavista, Diputado del Pueblo y actual Presidente del Clel Luis Jonás Reyes: Denuncio públicamente el asedio al que esta siendo sometido el Cmdte Reyes y familia en nuestra propia casa. Responsabilizo a Henri Falcon

·        De la Ministra del Poder Popular para la Juventud y periodista: Opositores incendian dos vehículos de la gobernación de Barinas

 

El 16 de abril la encontró informando sobre los muertos que habían dejado los incidentes, y otros nuevos:

Opositores queman casa del #PSUV en Barcelona

brutal ataque n contra de CDI Carabobo n sector Trigal lanzaron gas lagrim con pacientes dentro

Que lo sepa el mundo: Capriles DIRIGE agresiones contra centros de salud del Gobierno, DIRIGE la quema de sedes del partido.


Y la información vuelve a llenarse de nombres propios, reconocibles:

·        Vicente Díaz, rector de CNE: No es cierto que yo vaya a dar una rueda de prensa con pruebas de fraude. Puro cuento.

·        El periodista Noel Ríos: Murio la esposa de Jose Luis Ponce Lider del PSUV ambos muertos en el ataque violento en el CDI de Baruta

 
 

Ya para entonces se sabía que un mensaje del periodista Nelson Bocaranda en Twitter había sido el motivador de la violencia desatada contra los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y médicos cubanos. Claro que un mensaje difícil de rastrear, ya que una vez que rebotó en las redes sociales fue borrado. Y claro que ingenuamente no contó con que quizás algunas personas podrían haberlo capturado en pantalla. Algo que efectivamente hicieron.

 


¿Por qué este ataque contra médicos cubanos? Difícil de entender…  si no se tiene en cuenta que –como parte de las políticas sociales llevadas adelante por Chávez a través de las Misiones- Venezuela firmó con Cuba dos de los convenios más reconocidos internacionalmente, uno de los cuales es la Misión Barrio Adentro. A través de esta Misión se buscó construir un sistema nacional de salud pública, para garantizar la atención a la salud integral en los barrios más alejados de los centros urbanos. Una Misión que no habría sido posible sin la participación de los médicos cubanos, que no sólo proveyeron de atención, sino que han formado médicos venezolanos y de toda América Latina. Yendo contra ellos se ataca el corazón de las políticas sociales propiciadas durante el gobierno de Chávez. Y se retiran derechos a quienes nunca antes les habían sido reconocidos.

¿Cómo no indignarse? Eva lo hace: Espero que el estado reaccione con la fuerza necesaria para impedir mas desestabilizacion en el pais. Ya basta de tanta impunidad #Venezuela

Y haciéndose eco de Jorge Arreaza, Vicepresidente Ejecutivo y Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, comparte sus palabras: La auditoría del 54% fue exacta. Para auditar el 46 restante deben solicitarlo formalmente.No lo hacen para generar violencia. Así como de las de Madelein García, corresponsal de TeleSUR en Venezuela: En Venezuela esta en pleno desarrollo el golpe de Estado denunciado por el gobierno.


Mientras tanto, Diosdado Cabello, desde la Asamblea Nacional, alertaba que los parlamentarios que no reconocieran como Presidente a Maduro, no iban a ser reconocidos como tales. Palabras duras, seguramente, pero no por eso carentes de lógica: no se puede anhelar ser legitimado por el conteo de votos con que se pretende deslegitimar a otros. Minutos después, en un confuso incidente en el que volaron demasiadas cosas desde demasiados lados, resultó herido en el arco superciliar el diputado opositor William Dávila Barrios.

 

9:23 PM hora de Venezuela. Eva escribe sus ya conocidos tweets:

Solo fascistas disociados acosan y agreden a una mujer junto a su bebé de 1 año como me acaban de hacer a mi unos Caprilistas.

fueron Caprilistas en el aeropuerto.

Y agradece comentarios solidarizándose:

Gracias amigo. Estamos bien. Simplemente es muestra del fascismo y violencia de esa gente loca. Menos mal que no ganaron.

Estamos bien ya, gracias a todos que preguntan!

Nos acosaron los locos y locas escuálidas violentos, muestra de su fascismo e intolerancia.

Mientras recibía una enormidad de notas de solidaridad matizadas por algunas barbaridades justificando el ataque en su supuesta naturaleza demoníaca –compartida con los chavistas- no dejó de  alertar:

Maduro responsabiliza a EE.UU. de la violencia en Venezuela tras las elecciones; Embajada EEUU en Caracas emitió un comunicado a sus ciudadanos alertando sobre protestas de la oposición toda la semana. Ellos saben todo...

Y Hordas fascistas queman CDI de Carrizales, informa Andrés Izarra en su Twitter

VTV: Villegas señala que mayoría de fallecidos durante violencia opositora, celebraban victoria del Presidente Electo Nicolás Maduro

Villegas muestra fotos del asedio y acoso a la casa de Tibisay Lucena, tras llamado de Capriles. Imágenes recuerdan fascismo de 2002


Esta madrugada Nicolás Maduro twitteaba: Tenemos información que la derecha esta Armando grupos con franelas rojas para Simular ataque.He alertado a todos los cuerpos de seguridad.

Una hora antes, Capriles: El Gob ordenó esta noche a grupos armados con franelas nuestras romper vidrios de carros,atacar gente,generar violencia,darle RT Y hace apenas un par de horas: Cualquier cosa que me pase en la Residencia Oficial en los Teques hago responsable a Nicolás Maduro!

¿A quién creerle? ¿En quién confiar? ¿Quiénes son los lobos que se disfrazarán con pieles de cordero, para asesinar corderos y culpabilizarlos de su propia muerte?

Es difícil reconocer a los victimarios cuando no se puede confiar en las pieles que visten. Pero allí están los cuerpos masacrados y heridos de las víctimas; el testimonio de los sobrevivientes y la voz de  familias: inobjetables.





Y más aquí, del lado de las víctimas –afortunadamente entre las más leves- y con la contundencia de quien sabe de lo que habla porque vive y transita la cocina donde se cuecen las habas, está Eva. A través de sus ojos he mirado Venezuela. A través de sus lágrimas.


 Por Viviana Taylor

 


Aclaración 1: los mensajes han sido copiados textualmente, con su ortografía y redacción originales.

Aclaración 2: Mientras terminaba de editar este posteo, Eva volvió a Twittear. Escribió: "Otro asesinato de Capriles: Falleció la mujer que había resultado herida en los hechos violentos en La Limonera"