viernes, 27 de julio de 2012

Carta abierta a Todo Noticias y FM Zenzitive

Acerca del despido de Juan Pablo Romero





Hace unos días estalló el escándalo en Twitter a raíz de la publicación de un comentario desafortunado del periodista Juan Pablo Romero. Quizás el enojo de quienes lo leyeron se amplificó por el hecho de que no era la primera vez que hacía comentarios con sesgo discriminatorio. Lo cierto es que, si bien en el mar de comentarios que es Twitter este fue apenas una gota, fue la gota que desbordó el vaso. Y los comentarios descalificatorios, esta vez, fueron de otros y recayeron sobre él.

Hasta ahí, nada fuera de lo común para la cotidianeidad de este mundo paralelo en que se ha constituido Twitter. Un mundo donde muchos postean comentarios sin medir la repercusión que pueden alcanzar, sin someterlos al necesario filtro de la reflexión y la autocensura a la que estamos acostumbrados a ajustarnos cuando no nos sentimos al amparo de la privacidad. En Twitter, los comentarios suelen ser impulsivos, sólo que, en lugar de pasar directamente al acto, se pasa al posteo.

Antes de seguir, quiero dejar algunas cosas en claro: que comprenda los mecanismos que pueden haber coadyuvado a que Juan Pablo Romero publique esos comentarios, no significa que los avale; menos aún en alguien entrenado profesionalmente para cuidar no sólo el contenido de sus expresiones, sino sus formas. Por otro lado, por si fuese necesario: los repudio en sus formas y su contenido; no adhiero ni a los modos en que se expresó ni comparto los supuestos en los que se basó.

Sin embargo, con esta misma claridad, quiero también dejar por sentado que, si fue por estos comentarios –que realizó fuera de su ámbito de trabajo, no comprometiendo en ellos las posturas institucionales ni de TN ni de FM Zenzitive- que perdió su trabajo, creo igualmente repudiable las sanciones de las que fue objeto. Si estas empresas se sintieron ofendidas, podrían haberlo manifestado de esa manera; si creyeron necesario subrayar que los mismos eran opinión personal de su empleado, también pudieron haberlo hecho así. Incluso si pensaran que se trató de un acto grave de discriminación, podrían haberle pedido –como de hecho hizo- que se retracte por el mismo medio y con las mismas formas en que se realizó la ofensa, y que la misma se suspendiera borrando los comentarios discriminatorios.

De hecho, FM Zenzitive hizo algo de esto, apartándose de la responsabilidad sobre las opiniones personales de sus empleados. Y tuvo la delicadeza de no nombrarlo, quiero suponer que en un intento de protegerlo frente a quienes no estaban al tanto de lo sucedido. Si la ausencia de Juan Pablo Romero al programa en que debía estar se debe a su separación del mismo en razón de esto, creo que la medida fue excesiva. Ni el INADI, seguramente, habría pedido semejante sanción. Si su separación se debió a otras razones, creo que para la empresa sería bueno hacer la aclaración pertinente. Como no soy oyente de esta radio, no puedo hacer ningún tipo de conjetura ni avanzar en mi análisis más allá de lo dicho.





Otro es el caso del canal de cable Todo Noticias (TN). En primer lugar, porque en ningún momento posteó ningún comentario en Twitter sobre los dichos de Romero. Ni a favor, ni en contra. Y, si bien no son suyas las formas que sí asumieron los mismos, los supuestos de base son compartidos. Puede trazarse una línea divisoria muy fina entre los comentarios desafortunados proferidos por Romero y muchos avalados por la empresa. Más aún: sí suelo mirar TN, por lo que conozco su estilo. Un estilo que, en los últimos tiempos, ha promovido una escalada violenta no exenta de imprecisiones, titulares negativos, manipulación de la información, sesgo informativo. Una escalada que no creo inocente en la generación de un tipo de clima que termina favoreciendo el que se produzcan formas de expresión como las que estuvieron en cuestión. Por ello, si fueron estas expresiones la razón por la que perdió su cargo como productor periodístico, se trató claramente de una sobreactuación. No hay modo –a menos que sea hipócrita- por el que TN se podría haber sentido dañado por ellas. Sospecho que, de no haberse producido el escándalo que se produzco, estos comentarios no le habrían significado siquiera un apercibimiento.



Pero más aún. Creo que no es posible pedir que se nos garantice lo que no somos capaces de defender para los demás. No es posible que se nos garantice la libertad de opinión y expresión si no somos capaces de defender la libertad de Juan Pablo Romero para opinar lo que opinó y expresarse como lo hizo. Si de alguna manera nos sentimos ofendidos, o injuriados por sus dichos, podemos discutirlos, exigir ser desagraviados, denunciarlo y someterlo –incluso- a los dictámenes de la justicia.



Como ciudadana, sus dichos me ofendieron. Pero reconozco su derecho a expresarlos. Haberlo dejado sin trabajo fue, al menos, excesivo. Pocos castigos son más duros que ese.


Viviana Taylor
27 de julio de 2012