Mucho se ha hablado sobre el presunto ataque que podría
haber sufrido en horas del mediodía de ayer el equipo periodístico del programa
que Lanata conduce en Canal 13, cuando se encontraban grabando imágenes en la
calle de un complejo habitacional construido por el movimiento Tupac Amaru,
liderado por Milagro Sala.
Hasta ahí, de tratarse de un hecho cierto, es tan
repudiable como cualquier otro ataque a la libertad de prensa. Y tan repudiable
como cualquier ataque a cualquier persona, tanto más en cuanto se lo ataca por
trabajador, y por trabajador de prensa. No creo necesario aclarar mi postura al respecto, puesto que he defendido la libertad de expresión aún en casos en que
lo expresado me ha parecido repudiable.
Sin embargo, no puedo dejar de señalar que hay varios –demasiados-
puntos que me resultan oscuros en este hecho.
1.
El hecho que se relata habría sucedido justo a tiempo
para que pudiera ser abordado en el programa que Lanata tiene en Radio Mitre,
de lunes a viernes, desde las 13 hs.
2.
Dado este hecho, el programa emitido se convirtió en una
virtual venta del programa que el propio Lanata tiene los domingos en Canal 13 –del
mismo Grupo Clarín al que pertenece también Radio Mitre-. Cabe acotar que, a
partir de este domingo dicho programa cambia su horario con el propósito de
mejorar los índices de audiencia, que han ido decreciendo a lo largo de las emisiones.
3.
Durante toda la tarde, como era esperable, se trató
ampliamente este tema. Como corresponde y es honesto hacer en estos casos, en
el programa de Ernesto Tenembaum -también en Radio Mitre y a continuación del
programa de Lanata- se la entrevistó telefónicamente a Milagro Sala sobre estos
hechos. Acostumbrada como estoy al cinismo de muchos entrevistados, periodistas
y funcionarios, me sorprendió gratamente que la dirigente no negara hechos que –tal
como le contaban-no le constaba que fueran ciertos pero sí manifestara, además
de preocupación, dudas respecto de que sus seguidores hubiesen sido los responsables.
Así, Milagros concedía honestidad a la denuncia, aunque no se asumía responsable. Más aún, a pesar de todas las provocaciones recibidas hasta ese
momento, a través de distintos medios, invitaba a Lanata a viajar para
conversar con ella y mostrarle cómo se trabajaba en el Movimiento. Pueden escuchar el audio de la entrevista aquí
4.
El foco de lo denunciado estaba centrado en el supuesto
robo de las cámaras con las que se estaba filmando. Más tarde se dijo que las
cámaras habían sido devueltas, no así las grabaciones, aunque se había logrado rescatar una tarjeta de memoria antes del robo. Sin embargo, en
Telenoche –por Canal 13 a las 20 hs- pudo verse la filmación, aparentemente
obtenida de esa tarjeta de memoria rescatada. La
miré con sumo detalle, varias veces, y lo que puedo observar es que en primer
lugar son recibidos por un señor que, si bien no les autoriza el ingreso al
barrio para filmar, lo hace con suma amabilidad y disculpándose varias veces
por no poder hacerlo; incluso les indica el modo correcto de acceder al
permiso. No me parece nada descabellado, ya que si se acercara un equipo
periodístico a filmar el edificio donde vivo, actuaríamos de la misma manera.
Esto es, no les permitiríamos el paso, y les indicaríamos que soliciten un
permiso para ser considerado por el consorcio. No me imagino ningún edificio o
barrio de estas características donde no se pudiera hacer lo mismo. Una mujer
se acerca poco después y, si bien resulta más prepotente en sus modos, no
podría caracterizarse a los mismos como un ataque. Cuando se los escolta hasta
el automóvil para que se retiren del lugar, se ve que se va acercando más
gente, pero no parece haber un clima de
violencia aunque sí de cierta tensión. El ángulo de la filmación de toda esta
situación permite suponer que se estaba grabando sin advertirles a las personas
que estaban siendo filmadas. Me pregunto, ¿es legal hacerlo? Si bien es cierto
que todos podemos ser filmados sin nuestro permiso si estamos en un lugar
público, estaban dentro de un barrio, y explícitamente habían desautorizado
la filmación, ¿es esa la razón por la que –excepto al Sr Rivera y a la segunda
señora que aparece invitándolos a retirarse- los demás no son enfocados
directamente a la cara en ningún momento? ¿Se estaban cubriendo anticipando que
estas imágenes iban a terminar siendo analizadas por la Justicia? ¿Cómo lo sabían? La secuencia
continúa dentro del automóvil, en lo que parece ser un forcejeo para
arrebatarle la cámara al camarógrafo. No se observan golpes, no hay gritos de
susto ni indignación. No se escucha ningún ruido atribuible a gritos de quienes
estaban afuera, ni golpes sobre la carrocería del auto. Lo que sí hay es
bastante confusión en las imágenes. Y lo más extraño es el ángulo de filmación
del intento de arrebato: al principio se observa con llamativa claridad la escena, con lo cual
quien estaba filmando lo hacía desde el asiento trasero del automóvil, a la
izquierda y levemente hacia atrás de quien estaba forcejeando con el
camarógrafo, que iba en el asiento del acompañante. Esto se puede ver apenas unos
segundos, luego esta cámara también genera imágenes confusas. Entonces, ¿qué
imágenes estamos mirando? ¿Las de una cámara que estratégicamente está colocada para dar cuenta de la escena? ¿Se
trata de una escena espontánea o provocada? ¿Hay una ficcionalización de los
hechos, o realmente ocurrieron del modo en que se nos relatan? ¿Por qué quien
intentaba arrebatar la cámara de quien estaba adelante, no lo intentó en
primera instancia con la de quien tenía a su lado y lo estaba filmando? ¿Por
qué nunca se ve la cara del agresor?
Las secuencia completa de imágenes de las que hablo pueden verse aquí
5.
En el canal de cable Todo Noticias (TN), también del
Grupo Clarín, se repitieron las mismas imágenes, sólo que “descontextualizadas”.
O sea, la versión que se puede ver es mucho más breve que la que
providencialmente pudo ser recuperada a tiempo para que pueda ser pasada por
Telenoche (canal 13). ¿Habrá sido que advirtieron que se sostenía más
fácilmente la versión del ataque si las imágenes eran acotadas, pero
efectistas? Lo cierto es que este recorte fue el que me hizo prestar atención a
los detalles y preguntarme lo que detallé en el punto anterior. Las imágenes emitidas por TN pueden verse aquí
Si visitaron las páginas habrán visto que la elección de la imagen de Milagro Sala
es la que está justo aquí arriba. Toda una toma de postura editorial.
6.
Obviamente, el programa del domingo que tiene Lanata en
el 13 tratará este tema. Así fue vendido desde su programa de radio el día
viernes, con la colaboración de gran parte del resto de los programas
periodísticos del Grupo. Y fue tendencia en Twitter, donde compitió con los Juegos Olímpicos.
7. Durante toda la tarde de
ayer se fueron sumando voces en apoyo “a Lanata”. Casi ninguno recordaba que,
de haber una agresión, los agredidos fueron el
camarógrafo David Santistebe, el asistente Federico Gandolfi y el
productor Rodrigo Alegre.
Muchas de estas voces acusaban, directamente, a Milagro Sala o a “los K”,
incluso antes de que se conocieran las imágenes que sirvieron de soporte al
relato. En cuanto aparecieron las imágenes, se multiplicaron los apoyos y los
repudios. Me pregunto si nuestra matriz interpretativa está ya tan atravesada
por la televisión que creemos en algo porque lo hemos visto en TV, y tanto más
cierto nos parece porque el ángulo de filmación resultó constitutivo del relato.
8.
También me pregunto qué pasará si, cuando
todos estos puntos que a mí me parecen oscuros comiencen a aclararse, los
hechos terminan siendo diferentes a los que se han supuesto. ¿Habrá disculpas a
Milagro Sala? ¿Serán extensivas a las personas que forman parte del Movimiento
Tupac Amaru? ¿Se considerará un improperio injustificado haber extendido la
acusación a “los K”? Y esas disculpas, ¿estarán en boca de los periodistas,
legisladores y funcionarios que aceptaron la veracidad de estos hechos antes de conocer los detalles?
Llamativamente, Lanata vuelve a ser tema del programa de
Lanata: ya hemos visto su relato acerca de cómo lo censuran, ahora veremos su
relato acerca de cómo atacan a su equipo -que, evidentemente, es él mismo-. Seguramente el domingo, además, lo
veamos junto a Milagro Sala ya que anoche, según twitteaba Radio Mitre, estaba
viajando hacia Jujuy a encontrarse con ella.
Mientras tanto, me pregunto dos cosas más:
En primer lugar, si el relato adoptará la forma de paso
de comedia o elegirá la tragedia. El papel del héroe que se sobrepone a la
adversidad y lucha contra los malos ya sabemos quién lo va a jugar.
En segundo lugar, me pregunto cuánta verdad trasuntará el
relato. Si el relato fue veraz, ya me encontrarán sumándome al repudio por el
ataque, y por el pedido de esclarecimiento respecto de quiénes fueron los ofensores
reales. Y si no es veraz, sólo espero que todos entendamos que la puesta en
escena es un juego. Y que todos -protagonistas,
personajes principales y secundarios, espectadores- sepamos que se estaba
jugando.
Otras imágenes también eran posibles.
Para otro relato
PD: En la madrugada del
sábado pasado, el militante de los DDHH Flavio Boico fue intimidado con la
pintada, en el frente de su casa de la ciudad de Junín, de las palabras
"zurdo", "lakra" y dibujos de esvásticas. Boico es miembro
de la agrupación "Memoria, Militancia y Justicia". El ataque podría
estar relacionado con el juicio a siete represores de la última dictadura
cívico-militar, entre los que se encuentran militares, policías y médicos, que
se espera tengan lugar en noviembre o diciembre próximos. En Junín hay 35
desaparecidos, cuatro de los cuales fueron muertos en esa ciudad. Pero, de estos ataques, tanto no se habla. No son parte del show business.
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