El 25 de julio la Presidenta Cristina Fernández de
Kirchner presentó el nuevo billete de $100, con el rostro de
Eva Duarte de Perón. El nuevo diseño es en conmemoración de los 60
años de su fallecimiento.
“Ésta es una obra histórica que consagra a una
mujer que marcó no solo la vida de los argentinos, sino un hito en la historia
mundial”, dijo la Presidenta en el acto de presentación del billete.
Detrás del nuevo diseño hay una historia. Aunque
estuvo a cargo del francés Roger Pfund, el diseño no es totalmente original: además
de sosterse sobre la matriz del billete vigente que porta la figura de Roca, toma
como base un boceto inconcluso de un billete de 5 pesos argentinos que comenzó
a hacerse en 1952, tras el fallecimiento de Evita, pero que nunca llegó a
imprimirse. Cuando Perón fue derrocado en 1955, un empleado de la Casa de la
Moneda -organismo que acuña los billetes- decidió esconder los diseños para que
no fueran encontrados por los golpistas, y así evitó que tuvieran el destino
demoledor al que fueron sometidas otras obras.
Según la Presidenta, hace unos años estos bocetos fueron encontrados dentro
de un mueble de la Casa de la Moneda, y surgió el proyecto de un billete de
homenaje a Evita.
El
billete conserva el color violeta predominante que tiene el de Roca. En el
frente predomina el una imagen de Evita de perfil total, en lugar de los
perfiles de tres cuartos que presentan los demás billetes. En el
reverso están la figura de Ara Pacis, diosa romana de la paz, y la frase “en
unión y libertad”.
En el diseño también intervino el grabador argentino
Sergio Pilosio, quien retomó la simbología del boceto de 1952: una balanza que
representa la justicia social, el ceibo, la flor nacional argentina, y el
símbolo de la abundancia.
A pesar de este carácter conmemorativo, la Presidenta ya manifestó su
deseo de que se arbitren las medidas necesarias para que el billete
de Eva reemplace al actual billete de $100, que lleva el rostro de Julio
Argentino Roca. La decisión, desde una perspectiva política, no es menor: no
sólo se celebra a la figura femenina más relevante de nuestra historia, en
consonancia con las políticas de género que se vienen llevando adelante, sino
que –con el cambio de diseño- del reverso
del billete se elimina la imagen que recuerda la denominada “Campaña del
Desierto” que encabezó Roca en 1879, que significó la matanza de aborígenes, decisión
que fue celebrada por la comunidad mapuche.
Aparentemente, según algunos trascendidos, la Casa de Moneda ya
tendría impresos 20 millones de billetes de Evita, el equivalente a 2.000
millones de pesos. La idea es que comiencen a sumarse al actual circulante, y
se seguirán imprimiendo hasta que desaparezca por completo el de Roca. Esto,
por un lado –y aunque nadie lo ha expresado por ahora, ni funcionarios ni
analistas- solucionaría los problemas de impresión que ha presentado el billete
hasta ahora vigente; y por el otro, evitaría una dificultad técnica: el nuevo
billete comenzará con la letra A en su denominación, en momentos en que los hasta
ahora vigentes ya se encontraban por la letra U, a sólo cinco de agotar el abecedario
a raíz del acelerado ritmo de emisión monetaria que se viene registrando.
Cristina, además, destacó que Evita “es la
primera mujer que aparece en un billete” de Argentina, esto no es estrictamente
cierto. Recalco el “estrictamente” porque, si bien es la primera vez que una mujer se
destaca como rostro distintivo de un billete, ya han aparecido figuras
femeninas secundarias. Y sobre todo, recalco el “estrictamente” porque en
las últimas horas ha sido bastante criticada por esta falta de precisión, un
hecho absolutamente menor y sin ningún valor de traslación hacia otro contexto
(como se ha pretendido hacer).
Por ejemplo, entre los billetes actualmente vigentes, en el de $20 se puede ver -junto a la figura de Rosas- a la de su hija Manuelita. Aunque no se trata de la figura principal, lo destacable es que se encuentra en el anverso y es fácilmente reconocible.
Siguiendo con los billetes vigentes, en el de $50 se puede constatar un detalle recurrente en el diseño de otros, de diferentes momentos de la historia de nuestro sistema monetario: el de las figuras femeninas secundarias. En este caso, aunque siguen estando frente a la figura principal, ya no son reconocibles, sino que representan "al colectivo".
Viajando hacia atrás, volvemos a encontrar figuras femeninas colectivas en este billete, de la emisión correspondiente a 1976 - 1981. Claro que aquí ya no forman parte de la simbología principalmente destacada, sino del reverso.
Un antecedente más antiguo es el de la emisión de 1884. En el billete de 50 centavos (ya esto, por sí solo, constituye hoy una curiosidad), en cuyo anverso se ve a Justo José de Urquiza, en el reverso también encontramos figuras femeninas. En este caso en particular lo llamativo es lo que representan, en el contexto de las ilustraciones del resto de los billetes.
Todo lo anterior, por supuesto, sin considerar las monedas que, con la imagen de la propia Evita, se han acuñado en diferentes circunstancias:
¿Una curiosidad?
¿Una curiosidad?
Por poco, el honor de ser la imagen de los $100 no
le tocó a Juana Azurduy. Resulta ser que, con motivo del segundo
aniversario del Programa de Fortalecimiento de derechos y participación de lasMujeres "Juana Azurduy", en 2008, la Diputada Nacional (Libres del Sur) Cecilia Merchán, presentó un proyecto de ley por el que solicitaba el reemplazo de la imagen de Roca por la de la "Tenienta Coronela Juana Azurduy en los billetes de cien pesos ($100).
Como vemos, la historia, finalmente, resultó otra.