domingo, 18 de agosto de 2013

1º Parada: Sergio Massa


 

Todos los caminos
conducen a …
1º Parada: Sergio Massa
 

 

Por Viviana Taylor

Sergio Massa es el 1º candidato a Diputado Nacional por la recientemente creada agrupación política que lidera: el Frente Renovador.

En el 4º lugar de la lista está Felipe Solá, quien –siendo Secretario de Agricultura del entonces Presidente Carlos Menem- propició la entrada de Monsanto al país, violando procedimientos administrativos, ignorando cuestionamientos de las instancias técnicas y no realizando los análisis especificados por los distintos organismos. El expediente administrativo que Solá firmó el 25 de marzo de 1996 fue prácticamente redactado por la propia Monsanto: estaba escrito en inglés, nunca fue traducido al castellano, y de los 136 folios, 108 corresponden a informes presentados por la multinacional.

La agente de prensa de Felipe Solá era Silvia Mercado, quien por entonces estaba casada con el ingeniero Héctor Huergo, un pariente lejano de Ernestina Herrera de Noble, empleado de Monsanto y director del suplemento Rural de Clarín (desde 1971) y el canal Rural (desde mediados de los ’90), quien –además- entre febrero y noviembre de 1994 había dirigido el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), designado por el propio secretario de Agricultura: sí, el mismo Felipe Solá para quien trabajaba su esposa, y que sigue recorriendo los pasillos de TN, la pantalla del canal de cable del Grupo Clarín. Los círculos se iban cerrando.

Durante la gestión de Huergo al frente del INTA, cuenta el ingeniero agrónomo e historiador Alberto Lapolla que “arruinó el INTA. Sin ningún tipo de escrúpulos, transfirió el capital genético estratégico para el país a distintas multinacionales del agronegocio, como Monsanto y Nidera. También les permitió el acceso a los archivos secretos del organismo. Quienes estaban en desacuerdo, eran despedidos inmediatamente. Hoy, Huergo es el máximo defensor de la soja transgénica y el glifosato” (declaraciones al diario Tiempo Argentino). Lapolla lo conoce bien a Huergo: fueron compañeros universitarios.

Una perlita: Huergo porta el alias de Frankestein: se lo ganó cuando el integrante del Grupo de Reflexión Rural Jorge Rulli lo cuestionó por las consecuencias que genera la utilización del Glifosato en las plantas y los animales (incluidos los humanos, claro). La respuesta de Huergo fue que “hoy la biodiversidad se hace en los laboratorios”.

 

Volvamos a Silvia Mercado, la ex agente de prensa de Felipe Solá y ex esposa de Huergo, emparentada con Ernestina Herrera de Noble: fue quien desde el blog “El Aguijón Online” que entonces administraba, publicó los supuestos sueldos de los periodistas de 6, 7, 8 y el de Diego Capusotto. Una falsa información que también difundió en el programa radial de FM Identidad “Esta lengua es mía”, en el que era columnista. Su conductor, José Benegas, es un ultraliberal que organizó las movilizaciones en contra de la estatización de los fondos de las AFJP: un tema que vuelve a estar en el tapete de la campaña, sobre el que a Massa se le suele preguntar insistentemente en los reportajes que concede, y sobre el que ha hecho un guiño a los Bancos privados en la comida que compartió esta semana con 280 empresarios.

Benegas no sólo fue uno de los eslabones en la cadena de difusión de estos falsos pagos: fue también el operador de la campaña contra León Gieco y Mercedes Sosa, difundiendo cuánto cobraban por parte del Gobierno Nacional, sin aclarar que lo presupuestado incluía traslados, honorarios de todos los músicos, y todos los gastos que conllevaban sus presentaciones. Una malintencionada costumbre que se ha extendido sobre otros artistas que suelen actuar en festejos organizados por el Gobierno Nacional, aun cuando lo hagan gratis.

Otro de los columnistas del programa de Benegas era el ex agente de la SIDE Edgar Meinhard, también director de Urgente 24 y columnista del portal BWN, del que también participan el Ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires Esteban Bullrich y Cecilia Pando –la reivindicadora de la última dictadura militar y justificadora de la apropiación de niños-.
 
 

La agencia Urgente 24 fue justamente donde se publicó la supuesta información revelada por Silvia Mercado, y se la difundió a través de diversas notas firmadas por Jorge Héctor Santos, el ex director de Radio Mitre, que también escribe en Semanario de Miami, y La Nueva Provincia.
Este último diario, de la ciudad de Bahía Blanca, está dirigido por Vicente Massot, acusado e investigado por su presunta participación en delitos de lesa humanidad durante la última dictadura.

 
Las notas de Santos fueron la piedra de toque para que la falsa información saltara a las páginas de Clarín y La Nación,  que la consideraron suficientemente confiable como para citar a Silvia Mercado y su blog como fuente, aun cuando la misma Mercado confesaba que la información no estaba chequeada y que provenía de un supuesto mail anónimo. La piedra ya había sido lanzada, y sabemos la fuerza del impacto que esta falsa información ha tenido, repetida hasta el hartazgo como si en la repetición de la mentira se gestara la verdad. Incluso, ha sido motivo de la propuesta electoral del precandidato Yamil Santoro (Compromiso Federal), columnista de Infobae y promotor de los cacerolazos, a quien se le ocurrió que podía ser buena idea anunciar que en caso de acceder a una banca propondría eliminar el programa.

 


 
Los vínculos de Silvia Mercado, ex agente de prensa de Felipe Solá -4º en la lista de Massa, justo debajo de Mirtha Tundis, de quien ya hablaremos- con las operaciones de prensa no se agotan aquí. También ha escrito como columnista para La Política Online –otro portal vinculado a tareas de contraespionaje durante la última dictadura militar y con la SIDE en la década de los ’90- desde donde se orquestaan operaciones de prensa para el ex presidente Carlos Menem. Justo cuando Solá era su secretario de Agricultura, y Mercado su agente de prensa. Justo cuando desde los medios se impulsó el ingreso de Monsanto en Argentina, mientras desde el INTA Huergo preparaba el terreno.

Entre Urgente 24 y La Política Online se entrecruzan directores y se entraman relaciones con los servicios de inteligencia vinculados con la dictadura militar y la SIDE de los ’90, pero hay más. Según cuenta el propio Meinharde, la agencia Urgente 24 nació en la parrilla Piegari –en Recoleta- con la invitación que le llegó de parte de Daniel Hadad para participar en lo que llegaría a ser Infobae.com: el medio en el que, como ya vimos, es columnista Yamil Santoro, uno de los promotores de los cacerolazos devenido en precandidato a legislador.

Por su parte, se suman las evidencias que indican que La Política Online estaría financiada por Francisco De Narváez, lo que explicaría por una parte las presiones a las que se ha visto sometido desde el Grupo Clarín para bajarse de su candidatura a las elecciones legislativas de octubre después de sus magros resultados en las PASO, y por otra parte su nada disimulado sentimiento de haber sido traicionado tanto por los medios corporativos como por Massa, quien lo desplazó de sus favoritismos y campañas mediáticas de instalación y posicionamiento como candidato.

Pero antes de que esto sucediera, antes de que los medios corporativos se inclinaran por Massaun candidato que surgió en 15 minutos, como vaticinó María Laura Santillán en la reunión semanal de ilustres en Telenoche- y cuando todavía las preferencias eran compartidas por Mauricio Macri y Francisco De Narváez, la campaña ya se estaba peleando tempranamente en otros campos de batalla: el programa de Jorge Lanata y su inefable Periodismo para Todos. Un programa que, desde su primera emisión el año pasado, no hizo otra cosa que bombardear sistemáticamente los cimientos del gobierno nacional y su modelo de inclusión político y económico. Un bombardeo que, para darle cierta similitud de intervención periodística a la vez que disimular su cada vez menos disimulable show de stand up y ficción periodístico-documental, requería de fuentes en las que sostenerse. Y allí fue donde a los oficios de los ya mencionados, se les sumó el del SEPRIN.

El SEPRIN (Servicio Privado de Información) no es más que una “SIDE paralela”, que logró reposicionarse en medio del escándalo que se desató en 2006 cuando un informe presentado por el Proyecto Nacional de Seguridad Teleinformática de la Universidad de Buenos Aires reveló que en Argentina se estaban pinchando de manera ilegal alrededor de 48 mil líneas telefónicas y casillas de mail por día. El informe llegó el mismo año en que Edgard Mainhard había publicado en Urgente 24 un mail robado de la casilla personal del ex Jefe de Gabinete Alberto Fernández, y fue en ese contexto que el SEPRIN no quiso quedarse atrás y publicó una abultada serie de mails que se habían obtenido mediante espionaje contra funcionarios y personajes de la farándula. Su director, Héctor “Kolla” Alderete, no dejó mucho tiempo la información en la web, pero usó esa información –que ya todos sabían sin dudas que tenía- para extorsionar a funcionarios, amenazándolos con difundir información privada si no hacían un aporte mensual a su portal. Por supuesto que la justicia intervino: la jueza federal Sandra Arroyo Salgado ordenó varios allanamientos contra ex agentes de inteligencia (entre ellos al ex jefe de la SIDE Juan Bautista “Tata” Yofré –otro de los defensores de la represión militar- y al director de SEPRIN) en los que se secuestraron armas de fuego, literatura nazi y documentación que probaba los vínculos entre los acusados. En la casa del director del SEPRIN se hallaron las copias de los mails hackeados.

En el informe de investigación de Paco Larcher, encargado por el ex Jefe de Gabinete Alberto Fernández, para descubrir quiénes habían contratado este servicio de espionaje, todos los nombres que aparecen de clientes interesados en pagar por los mails de políticos y funcionarios estaban vinculados al periodismo y los medios de comunicación: Carlos Pagni y Mariano Obarrio (del diario La Nación); los empresarios de medios Raúl Moneta y Daniel Hadad; Darío Gallo (ex director ejecutivo de la revista Noticias y editor de Perfil.com).


Queda claro que estas agencias, en su rol de operadoras de prensa, actúan proveyendo a los grandes medios de trascendidos, información falsa o nacida del espionaje, y que los grandes medios no son inocentes en esto: las usan como fuente sabiendo su procedencia, y sabiendo que una vez llegada allí la búsqueda por la fuente primera, las huellas se diluyen y la supuesta verdad se vuelve incontrastable.

También queda claro, viendo los nombres de los periodistas y empresarios nombrados, que no ahorran esfuerzos en sus elogios a Sergio Massa, como tampoco lo ahorran en palabras de descrédito –aunque se deba apelar a la lisa y llana mentira… total, qué le hace una mancha más al tigre- contra el gobierno nacional y todo lo que emane el mínimo aroma a nacional y popular.

Un caso en que una operación de prensa en este sentido puede verse fácil y  perfectamente orquestada ha sido en la supuesta investigación de Lanata sobre los vínculos entre Fariña, Eláskar y Báez. Una vez caídas las pruebas, apeló a acusar por una supuesta operación de inteligencia en su contra, que habría sido acordada por los periodistas Jorge Rial y Luis Ventura con el Secretario Legal y Técnico de la Presidencia Carlos Zanini, aduciendo una fuente que se volvía circular: un rumor echado a rodar por Silvia Mercado, supuestamente sostenido por el SEPRIN, que luego tomó Jorge Lanata, cuya supuesta credibilidad era a lo que apelaba Silvia Mercado para presentarse como confiable. Quizás habría sido mejor no hacer acusaciones: bastó acusar a Jorge Rial para que este saliera a denunciar en sus programas de radio y televisión a Silvia Mercado como operadora de los servicios de inteligencia. Nunca antes se lo había dicho tan clara ni masivamente. Aunque para Lanata no debe haber sido un gran problema: como claramente ha sostenido en varias ocasiones, no considera que la verdad sea algo que deba ser probado, y tiene todo requete- recontra-chequeado.

 

Volvamos un saltito atrás en la lista de Massa: a la 3º candidata Mirtha Tundis, la columnista del Grupo Clarín especializada en materia previsional, un ámbito en el que acusa 35 años de trayectoria y 23 como comunicadora social “al servicio de los jubilados”.

Si bien dice haber estado siempre a favor de la estatización de los fondos de las AFJP (y en eso se separa del Grupo para el que trabaja aunque está de licencia, que ha hecho pingües ganancias con las mismas) también dice que siempre lo estuvo Massa, quien trabajaba en eso cuando se fue de la ANSES, dejándole los laureles servidos a Amado Boudou, aunque la historia es bien otra: nos cuenta Sandra Russo en su libro “La Presidenta” que la propia Cristina Fernández le contó que si bien Massa acompañó a Boudou para que les explicara la propuesta, se mostraba bastante nervioso y vacilante ante la misma. Quién sabe… quizás el “siempre” de Tundis dura –como en la canción- sólo un rato. Y ya estén ambos listos para volver a cambiar de idea. A una más afín a la de quienes los patrocinan.

Pero sus definiciones –que tardaron en llegar- no se quedaron ahí.  Propuso la creación de un nuevo impuesto (algo que no sucedió durante los últimos 10 años y contra lo que Massa expresó públicamente al manifestarse a favor de reducciones impositivas) que serviría para financiar el 82% móvil para los jubilados.  Y, además,  volver a la situación anterior al Fútbol para Todos, en la cual por 15 años el Grupo Clarín tuvo el monopolio de las transmisiones de la Primera División y del resto de las categorías del ascenso, monopolio que le permitió implementar diversos sistemas de abonos pagos para que los asociados a su sistema de TV por cable accedieran a ver los partidos, a la vez que les pagaba precios bajísimos a los clubes a través de contratos leoninos de extensa duración. Un monopolio que acabó con la inequitativa competencia que su sistema de cable tenía en el interior, lo que redundó en el cierre de muchas proveedoras del servicio, por lo que lo que en un principio era el monopolio de la transmisión de los partidos de fútbol terminó extendiéndose al monopolio de la provisión del servicio de cable.

 

Creo que dos candidatos en su lista –cual botones de muestra- alcanzan para mostrar hacia dónde lleva el camino que se transita a través de Sergio Massa, el candidato de los medios corporativos de comunicación.


 
 

Por Viviana Taylor

 

sábado, 17 de agosto de 2013

Salvador Mazza: apenas un hilo más en la red de trata de personas


Viviana Taylor

 

Salvador Mazza (Salta) está convulsionado: después de que su intendente Carlos Villalba fuera demorado en una casa/prostíbulo, entre los vecinos se juntaron firmas para pedir su renuncia, mientras políticos de distintos ámbitos analizan la intervención de la localidad.

¿Deberíamos sorprendernos de que la comunidad esté dividida entre quienes apoyan al intendente y quienes no? Desde la perspectiva de quienes lo apoyan, la indignación pasa por la vergüenza: el problema no parece ser que Villalba visite prostíbulos, sino que visibilizó en su persona la relación entre prostitución y política, que es fácilmente extensible a prostitución - trata de personas – política, y encima lo hizo enlazando a Salvador Mazza en la cadena de relación. Desde la perspectiva de quienes no lo apoyan, están quienes consideran necesaria la renuncia del funcionario y la determinación del alcance de su responsabilidad, quienes exigen además la intervención del municipio, y quienes piden que dicha extensión no se aboque sólo a esta cuestión sino también a los conflictos laborales y otros temas que –con menos repercusión- también aquejan a Salvador Mazza.

 

Si bien el nombre de Carlos Villalba es el que hoy resuena en la prensa la hablar de los vínculos entre política y prostitución, no es la única cara visible de la relación.

Sólo por recordar algunos nombres, hoy vinculados con los escenarios de campaña legislativa, y sin ninguna pretensión de agotar la lista:

·        Oscar Zilocchi posee una causa -cuya elevación a juicio oral se solicitó hace algún tiempo y quedó archivada por una presunta connivencia entre funcionarios, hasta ahora que la sanción al fiscal acaba de ser anulada- por corrupción referida a la protección de prostíbulos involucrados en la trata de personas, cuando era Secretario de Gobierno de Aldo Rico. En las recientes PASO ambos ex intendentes se enfrentaron: Zilocchi es el candidato a 1º Concejal por la lista de Francisco De Narváez, y Rico por la de Eduardo Amadeo. Como en su propio blog afirmó Zilocchi hace algún tiempo: “Si a un árbol se lo conoce por sus frutos, a un gobernante se lo conoce por sus obras.



·        Miguel Torres del Sel se confesó prostituyente en enero pasado, durante una entrevista en el show del humorista Jay Mammon. Del Sel fue candidato a gobernador y ahora es candidato a Diputado Nacional por la Pcia de Santa Fe, siempre de la mano del PRO –esta vez en alianza con el peronismo disidente-. Y no se satisfizo con la sola admisión de que paga por sexo: reafirmó en sus expresiones que le parece normal hacerlo, naturalizando y quitándole toda connotación moral a un acto que –sabemos- es la razón última de la trata de personas para la servidumbre sexual.  Por supuesto, tampoco se quedó allí: todas sus expresiones fueron despreciativas de las mujeres y sexualmente connotadas en ese mismo sentido de objetos de consumo para la satisfacción del deseo masculino. Después de todo, como lo ha expresado en varias ocasiones, Del Sel opina que las jovencitas se embarazan por unas moneditas (en referencia a la Asignación Universal por Hijo), tienen sexo para llegar donde quieren (las mujeres accedemos a mejores oportunidades “chupándola”), y es normal pagarles por sexo porque así lo quieren. Sus consideraciones misóginas y estigmatizantes no se detuvieron siquiera ante la investidura presidencial. Del mismo modo en que tampoco se detuvo, en otras ocasiones, compartiendo pantalla con mujeres –fuesen concursantes de algún certamen, trabajadoras del espectáculo, artistas, o referentes de la política-: bien lo sabe Victoria Donda, que eligió la templanza justo cuando la prudencia aconsejaba otra cosa.


·        Mauricio Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, recibió dinero para su reelección de parte del proxeneta y ex agente de la SIDE Raúl Martins: y lo sabemos por la acusación de su propia hija, Lorena Martins.
 

 

 
 



·        El caso Marita Verón, por el cual la Justicia de Tucumán absolvió a los trece acusados por su secuestro y desaparición en abril de 2002, es el caso más contundente para graficar estas redes de complicidades. El juicio dejó al descubierto la trama de la trata de personas en Tucumán, sus vínculos con el poder político y policial, proveyó evidencias de sus ramificaciones a nivel nacional e internacional, y su resolución permitió constatar la necesaria implicación del poder judicial: las condiciones para la impunidad estuvieron garantizadas desde el inicio, cuando no se facilitó en nada la investigación del caso, cuando se trató en todo momento de inclinar la sospecha hacia la familia, y desde algunos medios de comunicación se trabajó para instalar la hipótesis de una desaparición voluntaria (los mismos medios que sostienen lo mismo sobre Jorge Julio López). Así, cuando se realizó la lectura del fallo de la Sala II de la Cámara en lo Penal en Tucumán, integrado por los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero, estaba claro que la red había actuado eficientemente: los acusados María Azucena Márquez, Irma Lidia Medina y sus hijos Gonzalo y José “Chenga” Gómez, Pascual Andrada, Humberto Derobertis, Carlos Luna, Mariana bustos, Daniela Milhein, Alejandro González, Víctor Rivero, María Rivero y Cinthia Gaitán, fueron todos absueltos. 

 


El problema de la trata de personas no es un problema de pobres, ni de zonas rurales, ni de pequeños centros urbanos alejados de las grandes ciudades, ni de captación de chicas vulnerables, ni de descuido familiar. Ni siquiera –aunque sus víctimas lo son mayoritariamente- es un problema de mujeres.

Las redes sociales están allí para testimoniarlo: la búsqueda de chicas desaparecidas –y en mucha menor medida de varones jóvenes- se repite con más frecuencia que la tolerable. Una frecuencia y en una cantidad que las pantallas de televisión no alcanzan a reproducir.

Por brutal que suene, (la realidad es más brutal e infinitamente más cruel y obscena que esta expresión) la trata es un problema de abastecimiento del mercado. Es el modo en que se proveen los recursos para satisfacer la demanda de un bien de consumo.

Hay trata porque es un negocio.

Y es un negocio porque hay clientes:
clientes que pagan.

La trama de las redes que conforman la trata de personas con fines de prostitución es intrincada y complejísima. Y está enraizada en las propias formas culturales de la vida social de la que participan quienes tienen como tarea asignada combatirlas.

Las redes son difíciles de erradicar porque su ámbito es la noche. La misma noche de la que participan políticos, jueces, funcionarios, policías, periodistas. La misma noche en la que los códigos indican que lo que sucede se silencia y se oculta… hasta que es redituable sacarlo a la luz.

 

El silencio es un favor que se paga.
Y se paga caro.

 

El silencio de las debilidades privadas que en la noche se viven en público es el favor que convierte a políticos, jueces, funcionarios y policías en clientes atrapados por una forma silenciada de clientelismo. Clientes que consumen lo que en la noche circula, y clientes que pagan con favores el silencio de quienes los vieron consumirlo.

Un silencio sórdido en el que se va conformando una percepción distorsionada sobre la realidad, en la que todo se tergiversa. Todo. Y lo procaz, lo ilícito, lo degradante se confunden con normalidad.

 

Quizás sea por esto que quienes comparten su espacio político -el PRO- no han salido a desmarcarse más fuertemente de los dichos de Del Sel ni hayan explicado con mayor contundencia cómo se financió la campaña para la reelección de Macri: después de todo, el primero no ha declarado más que consumir y promover los mismos negocios que financian –al menos en parte- sus políticas y campaña. El círculo quedó cerrado.

¿Y los electores? Los electores, quizás, sigan entrampados en la fantasía de que estos son problemas que no los rozan: son cosas de pobres, del campo y el conurbano, de sectores vulnerables, de familiares descuidados, de chicas a las que les gusta escalar posiciones chupándola, o que les gusta recibir dinero a cambio de sexo. Quizás hasta se imaginen que los clientes son como príncipes que las adoran y tratan como a reinas.

 

Pero tanto silencio de elegidos y electores, de traficantes y consumidores, colabora en ocultar que –junto con la trata de personas- se gestan innumerables actos de corrupción nacidos en esta forma no considerada de clientelismo político.

 


Y es que existe un tipo de relación clientelar que ha permanecido oculta, inadvertida. Y que en esa invisibilidad ha encontrado su mayor fortaleza. Un tipo de relación cliente-patrón en el cual el patronazgo no se ejerce desde el cargo de funcionario sino desde el poder económico. Un tipo de poder que sabe cómo enmascararse de otra cosa: como poder mediático, como el poder del manejo de las cajas, como el poder con capacidad de chantaje y extorsión que da el conocimiento de secretos. Son poderes que a veces se entraman de modo más directo o solapado, a veces de manera central y otras en apariencia circunstanciales, pero que siempre son interdependientes.

 

Y todos ellos tienen poder de patronazgo sobre el poder político.

 


Es allí donde está el mayor riesgo del poder político: en su sometimiento a una posición clientelar, al lugar de la debilidad, de quien necesita de asistencia.

En este riesgo de abandono de su posición directriz, lo que entrega es su autonomía para definir políticas, a la vez que se somete al arbitrio de otros poderes, cuyo interés no es lo público ni lo colectivo.

 

Por el contrario, la mayor fortaleza está en la capacidad para echar luz sobre estas formas de poder, y así contrarrestar la invisibilidad en la que procuran permanecer: explicitar las formas clientelares por las que el poder económico (a través de cualesquiera de sus patas) intenta someter al poder político, es lo único que logra quitarle efectividad.

 

Así como las relaciones clientelares tradicionales se desarticulan con la extensión de derechos a todos los sectores de la población, las relaciones clientelares no tradicionales se desorganizan con mayor y mejor acceso a la información. Claro que no es tarea fácil: la invisibilidad que les ha permitido consolidarse ha sido favorecida por el poder de patronazgo de quienes tienen incidencia sobre la formación de nuestros modos de interpretación de la realidad: es el poder mediático el gran articulador de todas estas formas de poder.

Quizás por eso, ahora que el escándalo puso a Villalba en el ojo de la escena, se elija no hablar demasiado sobre esto, y de ninguna manera hacerlo sobre esos otros candidatos que hace rato que están salpicados por el mismo barro.

Es mejor seguir entretenidos con otros cuentos.

 

Viviana Taylor

miércoles, 14 de agosto de 2013

No nos olvidemos de Carrera


 
Por Viviana Taylor

 
La mañana del 26 de enero de 2006 amanecimos con el impactante relato de una loca carrera que había terminado con la vida de un niño, su madre y otra mujer.

La historia de lo ocurrido, como en tantas otras, puede ir diluyéndose progresivamente, hasta que –finalmente- ya poco quede por recordar. Pero, en este caso, bien vale la pena hacer un esfuerzo, porque los detalles son los que cuentan.

 
Cerca de las 13 hs, un militar y su hijo adolescente salían de una sucursal de la Banca Nazionale del Lavoro en Morón, de donde habían sacado dinero en efectivo. Al parecer, fue desde allí que los siguieron dos ladrones –en un Peugeot 205 blanco- hasta Villa Lugano. Cuando el militar y su hijo bajaron de su propio auto fueron sorprendidos por los ladrones, con quienes forcejearon, y el militar declaró que durante ese forcejeo le disparó a uno de ellos desde una corta distancia aunque erró, y que cuando quiso volver a hacerlo se le trabó el arma. Ante la amenaza de que iban a matar a su hijo, les entregó el dinero: los ladrones volvieron a subir al Peugeot 205 blanco y huyeron.

En ese momento, el sobrino del militar (estaban frente a la casa de su hermana) salió a la calle y le ofreció a su tío salir a perseguirlos: se subieron nuevamente al auto, y los siguieron a toda velocidad.

Mientras tanto, algunos vecinos ya habían alertado a la policía de lo que estaba ocurriendo, de modo que llegaron a la zona varios patrulleros de la Comisaría 52.

Por celular, su hermana se comunicó con el militar para preguntarle por dónde estaban, y le comunicó a los policías que iban hacia Pompeya, quienes a su vez avisaron a las Comisarías 34 y 36.

Fue justamente en Villa Lugano donde el militar y su sobrino perdieron de vista el auto con los ladrones a los que perseguían. Pero minutos después, un policía dijo haberlo visto muy cerca del Puente Uriburu, que une a la Ciudad de Buenos Aires con el Partido de Lanús. Fue por este aviso que la policía cerró el acceso al puente para evitar su huida hacia la Provincia de Buenos Aires.

Según se contó en los medios, versión que reprodujeron de la que les dio la policía, en ese lapso uno de los ladrones se bajó del vehículo con el dinero. Este no fue un hecho que constataron sino uno que supusieron, ya que cuando volvieron a verlo sólo estaba el conductor, y cuando revisaron al automóvil no había rastros de lo robado.


También, según cuentan estas mismas versiones, en ese momento el ladrón que había quedado en el vehículo dobló de contramano por la avenida Sáenz, hacia la estación del tren, y pisó a fondo el acelerador. A más de 100 km/h de contramano- pasó un semáforo en rojo e intentó hacer lo mismo con otro, en el cruce de la Avenida Sáenz y Esquiú, frente a la Basílica que está en el barrio de Pompeya. En ese cruce atropelló a un grupo de personas, provocando la muerte de un niño de 6 años, su madre y otra mujer, hiriendo a una mujer embarazada, y dejando en plena crisis de nervios a la abuela del niño y a la hija de la mujer embarazada. Después chocó contra una Renault Kangoo en la que viajaban dos hombres de nacionalidad coreana –que también quedaron heridos-  y fue por esto que la policía pudo alcanzarlo.
 


Según cuentan las versiones, el ladrón quedó atrapado dentro del coche, y se produjo un tiroteo entre él y tres policías que lo venían persiguiendo en un Renault 9. El ladrón quedó gravemente herido por un disparo en el pecho (luego se constató que fueron ocho) y otro en la cara. Eran las 13:50 hs del martes 25 de enero de 2005.
 

Fernando Carrera se enteró de que estaba detenido y había sido acusado de este crimen cuando se despertó en el hospital. Y en el año 2007 fue condenado a 30 años de prisión, condena que cumplía en Marcos Paz.

 

Pero la historia no terminó allí: Carrera juró y perjuró que era inocente. El cineasta Enrique Piñeyro se interesó por su causa y logró reunir evidencias suficientes para probar no solamente que su condena había sido injusta, sino que no se debía a un error dado que la causa había sido deliberadamente armada para condenarlo. Con estas pruebas armó un relato que se plasmó en su documental El Rati Horror Show.

El escándalo que provocó la aparición de este documental tuvo mucho que ver en la revocación de la sentencia, que se logró el 5 de junio de 2012, por la cual la Suprema Corte de Justicia de la Nación anuló la sentencia a 30 años de prisión, y ordenó revisar el caso.

Los jueces Ricardo Lorenzetti, Carlos Fayt, Juan Carlos Maqueda y Eugenio Zaffaroni habían admitido el recurso de queja extraordinario, señalando que los damnificados  por el robo (que, no olvidemos, habían forcejeado con los ladrones, a quienes tuvieron cara a cara) no reconocieron a Carrera ni al arma que le secuestraron. La defensa argumentó, además, que el arma no había sido secuestrada, sino plantada: argumento que queda reforzado por el hecho de que no se pudo constatar ningún otro disparo además de los que realizó la policía. El tan mentado tiroteo nunca existió: todos los disparos provinieron del mismo lado.

Los magistrados también objetaron que esté probada “la existencia de sirenas durante la persecución policial y que (el acusado) condujo el vehículo en pleno control como también que disparó contra las fuerzas policiales y tuvo en su poder el arma secuestrada”. En la persecución Carrera recibió un disparo en la cara, según detalla el texto del voto de Zaffaroni: esto podría haberle afectado la conciencia, perturbando “su senso-percepción y en particular su juicio crítico, su atención y fijación”. Lo que explicaría que optara por huir, ante el temor de ser asesinado.

Además, el auto con el que circulaba Carrera resultó ser de una marca distinta a la del que venían persiguiendo, algo que también observó Zaffaroni.

Por su parte, la entonces ministra de Seguridad Nilda Garré, decidió revocar los sobreseimientos administrativos que beneficiaban a los oficiales implicados.

 

 
Ahora resulta que la historia, no terminó. Y no es que sigue abierta porque los culpables del robo, los heridos y los muertos no fueron identificados. No terminó porque la Sala III de Casación Penal, integrada por los jueces Mariano Borinsky, Liliana Catucci y Ana María Figueroa, volvió a considerar a que Carreras fue autor de aquel hecho, encontrándolo culpable por "tres homicidios culposos agravados por haber sido ocasionado por la conducción imprudente de un vehículo automotor y la cantidad de víctimas, lesiones culposas, portación ilegítima de arma de guerra y robo con armas". Los camaristas Borinsky y Figueroa votaron por condenarlo a 15 años; Catucci propuso una condena de 20 años, de modo que Carrera podría volver a prisión con una condena a 15 años si el fallo queda firme.
 

La defensa ya anticipó que presentará un recurso extraordinario ante la Corte. Su versión es que Carrera escapó pensando que lo seguían ladrones -los policías no estaban identificados-, que la sirena no se escuchó en medio del tráfico de Pompeya, que le plantaron un arma y que recibió un tiro mientras conducía que lo dejó inconsciente al frente de un auto sin control. Sobre el nuevo fallo de Casación.

Por su parte, Enrique Piñeyro insistió en que la causa fue "armada" por efectivos de la comisaría 34 y anunció que denunciará a los jueces que condenaron a Carrera por la manipulación de la prueba.

 

En caso de que la condena quede firme, y la Corte Suprema no se juegue en declararlo inocente –como estuvo en su poder hacerlo y prefirió la tibieza de pedir la revisión de la sentencia- esta es una de las ocasiones en que se debería apelar al indulto presidencial. No es esta una justicia que hace Justicia.

 

Por Viviana Taylor